Aprender de las dificultades

Cuando las cosas cambian de un momento a otro, sin ningún asomo de aviso, es porque la divinidad algo nos quiere hacer saber. Interpretarlo de otra manera es crear una resistencia en nosotros mismos para aceptar la realidad presente.

Ninguna de nuestras vivencias y experiencias son fruto de la accidentabilidad, todo es armónicamente CAUSAL dentro de un orden universal. Es el lenguaje de Dios, es a través de acertijos; también puede llamarlo pruebas, ejemplos, metáforas, como le cielo nos habla. Por eso para resolver un problema (momento especial) lo mejor es no entrar a renegar, y a darnos látigos de flagelación: Soy muy de malas, mi suerte está cerrada, maldita sea..., etc.

Lo último citado no tiene sentido, es preferible refugiarnos en los espacios del silencio para escuchar la voz de alma, ese otro yo - la voz de la conciencia - que llevamos en nuestro interior, y que nunca recurrimos a el, y mucho menos le creemos, pero que casi siempre tiene la razón.

Nunca pierdas tu energía en tratar de justificarte o cerrar las posibilidades de seguir adelante; las pruebas que recibes y te llegan, hace parte de la realidad de la vida; sino aprendes a aceptarlas estarás condenado a sufrir mas por el resto de tu existencia.

No te lamentes, mejor cambia esa actitud para crear actos positivos que ayuden a mejorar el contexto de la situación difícil que atraviesas. No tengas miedo, todas estas experiencias hacen parte de la formación que debemos tener - aprender - para poder continuar construyendo nuestro propio edificio de vida.