Crear acuerdos

Toda pareja que desee brindarse la oportunidad de explorar nuevos espacios en la sexualidad debe primero antes que todo lograr un alto grado de confianza entre los dos. Emprender aventuras sin conocer los gustos y las debilidades eróticas de ambos es propiciar oportunidades de riesgos que pueden generar falsas expectativas a la hora de llevar a cabo las fantasías.

La confianza es el elemento indispensable para generar complicidad, cuando este tránsito se ha cumplido las avenidas del disfrute se hacen mucho mas fácil para adelantar los juegos eróticos. Es de anotar que, cuando nos referimos al tema de confianza se hace referencia a conocer los bajos instintos de cada uno en los planos de la libido.

Ahora bien, siempre que exista posibilidades de compartir un espacio libre en la sexualidad debe de existir acuerdos previos entre la pareja donde los derechos de ambos sean respetados. No se puede olvidar que, estas clases de actividades sexuales que se presentan en estos espacios surgen teniendo como núcleo a la pareja, no de forma individual donde sólo se busque la satisfacción del individuo.

Lo citado en el párrafo anterior no quiere decir que ambos tengan que asumir conductas activas para el disfrute, perfectamente es viable que en algún momento de la situación alguno de los dos se muestre en actitud pasiva disfrutando del momento sin necesidad de intervenir mientras su pareja asume una conducta activa. Lo importante es que ambos, desde la arista donde se encuentren, disfruten del ambiente que se vive.

La comunicación visual (señas, gestos) en medio de la batalla erótica que se viva debe siempre permanecer entre los dos. Esta actitud genera mas confianza y disfrute para la pareja.

Por último: La moralidad en el sexo no existe..., existe es el respeto por no violar los acuerdos de la pareja, mientras esto persista todo se vale, contando siempre con el consentimiento expreso del otro.