Debemos ser delicados

Cuando la amistad inunda la órbita de los negocios entre personas amigas sin duda debemos ser mas delicados a la hora de abordar las relaciones comerciales. Creo que hasta la fecha he horrado este principio que me da derecho para escribir lo que pienso, que entre otras cosas, lo hago con el fin de fortalecer esa complicidad que siempre hemos mantenido durante tantos anos.

Cuanto daría para separar los sentimientos y las emociones a la hora de hacer negocios entre los dos, es por eso que me duele sobre manera aceptar la forma como, en más de una ocasión, me incumples promesas que surgen de nuestra relación comercial. Obvio que esta clase de actitud duele e incomoda.

Reconozco que no tengo la virtud en deslindar los sentimientos de los negocios, es por eso que soy extremadamente celoso en honrar mis obligaciones para evitar todo asomo de duda que pueda afectar nuestra amistad. Cuando he necesitado de apoyo o comprensión, lo he dejado saber expresamente, sin ninguna clase de dilación; nunca me he quedado callado cuando tengo que hacer alguna advertencia, esa misma conducta espero de parte tuya, no que me incumplas, y fuera de eso quedándote en silencio.

Comprendo que a veces, en los avatares de la cotidianidad, podemos pasar por alto detalles, donde todo se soluciona con un recorderis. No es este el caso por el cual me tomo la molestia en escribirte, llevo más de un mes esperando las muestras que me quedaste de enviar, y hasta ahora no he recibido nada.

Como están las cosas hoy en el mundo tener un buen amigo cuesta, casi diría que es un imposible, jamás desearía que los dos nos distanciáramos por nimiedades o circunstancias ajenas a la amistad.

Un abrazo,