Disfrutar con Libertad

 
Libertad no libertinaje:

Antes de incursionar en el tema que nos ocupa, debemos hacer claridad del significado que envuelve el concepto de libertad, que es muy diferente a libertinaje. En la cultura swinger no hay espacios para aquellas personas que van con la intención de ser potros salvajes, para hacer lo que se les venga en gana. Si ese es su interés, desahogar sus apetitos sexuales, lo mas recomendable es que contrate los servicios sexuales de varias putas y se encierre con ellas.

El mundo swingers es un ambiente donde se resalta el respeto por los otros, donde todo se hace en pareja. La mujer es la reina, y como tal se le debe escuchar y atender, esto es: Siempre que se va a participar en alguna actividad donde se involucre otra pareja, debe existir una complicidad en la fantasía, son los dos los que están allí. Lea con atención lo que sigue.

Los acuerdos que debe tener la pareja en un sitio Swinger

Es importante que la pareja antes de entrar a conocer lo que enmarca el mundo Swinger debe primero hablar y entrar a investigar en que consiste este movimiento donde el centro de atención es el sexo abierto, se ya de manera individual o grupal.

Es de anotar que la motivación debe ser compartida, no debe existir ninguna clase de presiones por parte algún miembro de la pareja. La finalidad de estos ambientes es buscar crear nuevas formas de esparcimiento sexual para vivir y sentir nuevas aventuras en los planos eróticos. Esta exploración debe platearse siempre de manera conjunta más no individual.

Tanto el hombre como la mujer deben conocer bien la sexualidad y las preferencias de cada uno, sino hay certeza, confianza en este aspecto es mejor aplazar las intenciones de abordar estos espacios. Es por eso que un alto porcentaje de los miembros de esta comunidad son parejas con relaciones muy estables en el tiempo.

El solo hecho de ir allí a buscar mas adrenalina, por llenar una fantasía, no basta como elemento determinante para asistir a esta clase de eventos, donde el disfrute erótico es el centro. Lo mejor es esperar un poco y consolidar bien la relación de la pareja.

Una vez que se toma la decisión de conocer un Club Swinger, lo primero que se debe hacer es crear los límites hasta donde están dispuestos a llegar. Esto quiere decir que se debe limitar bien la conducta de cada uno, con base a la pluralidad de situaciones que se pueden presentar.

Cada pareja puede diseñar su manual de claves con el fin de buscar un entendimiento visual, sin necesidad de hablar.

Las reglas entre parejas nunca debe ser violadas, hacerlo sería asaltar la confianza depositada en el otro. El respeto, es siempre, el verbo recto dentro de la pareja, por eso las reglas deben ser claras y precisas, sin dar pie a supuestas interpretaciones.

Es posible que a veces por las circunstancias mismas del momento que se vive, en contacto físico con otra pareja (placer erótico), se viole de manera tacita uno de los convenios, yendo más allá de lo acordado. Lo procedente para evitar roces entre la pareja es mirar a su pareja y buscar su aprobación, en el mismo instante que va a ocurrir el sobrepaso, no después.

Si la parte, a quien se puede afectar, asienta de manera positiva la conducta que se está plateando en el momento, se puede continuar, de lo contrario se suspende inmediatamente, la conducta erótica se pretende asumir.

En estas situaciones, no cabe hacer preguntas, y mucho menos reproches. Nunca olvide que la pareja siempre debe actuar como si fuera un solo cuerpo, las órdenes son para cumplirlas, los acuerdos en pareja son inviolables, es una regla sagrada en todo ambiente Swinger. Si por alguna circunstancia surge un reclamo de alguno de los dos, este debe ser en privado para no lastimar la pareja.

Los seres humanos estamos llenos de pasiones, y a veces no la sabemos controlar, perdiendo el control sobre el manejo de diversas situaciones que se pueden presentar en estos lugares de sexo abierto. Por eso es indispensable saber trazar los derroteros que se deben cumplir para evitar desafueros entre la pareja. Debo decir que los hombres son más prosaicos en saber frenar sus instintos, la mujer es más conciente y madura.

Si hay algo que fortalece las relaciones de pareja, es cuando se ve a toda prueba el respeto mutuo que se tienen ambos cuando se enfrentan a esta clase de situaciones. Esa lealtad a toda prueba cimienta en un grado mayor la credibilidad en los dos, ese amor incondicional crece, la unión se hace más fuerte y sólida.

Cuando uno actúa pensando siempre en su pareja, anteponiendo su excitación erótica a disposición de su pareja primero, el amor aquí entra a las esferas de lo subliminal, de sentir de verdad que esa persona le pertenece en su cuerpo y alma. Es como decir: Creo en ti, te doy toda la libertad de que expreses tus angustias pasionales en otros contextos, pero siempre respetando nuestra relación de amor.

Cuando se actúa de esta manera nunca hay posibilidades de sentir fisuras en la relación que se tiene. Los dos siempre deben de estar involucrados en los juegos eróticos que se quieran emprender con otras parejas, jamás intentar dejarse solos, la comunicación debe ser permanente, dejando ver a todo momento que primero está mi pareja.

Aunque usted no lo crea, estos ambientes Swinger sirven mucho para conocer mejor a nuestra pareja en los campos de la lealtad, que tan egoísta se es, hasta donde se preocupa el uno por el otro, saber de verdad si es una relación de equipo con iguales intereses, etc. Muchas conclusiones se pueden sacar en esta clase de experiencias.

El verdadero amor se da, cuando tenemos la capacidad de hacer mejor las cosas en función de hacer sentir bien a nuestra pareja, aun muchas veces sacrificando nuestras propias intenciones, eso se llama darse al otro incondicionalmente.

No se puede ocultar que el sexo es la vena vital en toda relación de pareja, que con el tiempo esta energía se va transformando en algo más integral que supera la misma atracción física que se siente por ambos. Cuando se llega a estos terrenos la relación de pareja se proyecta en un solo cuerpo, en una misma dirección, en un amor más real.

Así entonces debemos aceptar que la pasión carnal es efímera como el mismo viento, necesita de corrientes nuevas que llenen de gozo a esa mente morbosa que todos llevamos consigo en nuestro interior, sin tocar nunca esos principios vitales que nos une como pareja. Cuando una relación afectiva se sustenta única y exclusivamente en el sexo, ahí no hay nada serio que pueda perdurar en el tiempo. Esta relación es solo un capricho.

Los Swingers están diseñados para esta clase de parejas, que siendo estables y fuerte en su relación quieren sentir nuevas formas de excitación en pareja para revivir esa adrenalina que siempre han tenido, que a veces con el tiempo han perdido por diferentes circunstancias y razones (la llegada, crianza y cuidado de los hijos, etc.).

En ningún momento esto quiere decir que sea la única salida para revivir la llama pasional de la pareja, existen muchas otras variables que se pueden emprender en este propósito, aquí solamente exponemos esta, como una terapia sexual más para encender de nuevo la llama del Eros.

Bienvenidos al mundo Swinger, un lugar llenos de libertades, pero igual lleno de reglas para disfrutar en pareja nuevas vivencias, nuevas aventuras llenas de complicidad mutua.