Dos puntos de vista de la infidelidad

Hay dos formas diferentes de observar la infidelidad, una desde la óptica del hombre y otra desde el ángulo de la mujer. Estas diferencias nos ayudan a conocer mejor el mundo interno sobre las percepciones de cada uno. Mas que hacer énfasis sobre las diferencias lo importante es conocer mejor la situación para saber en qué lugar nos encontramos al momento de resolver el impasse, para bien o para mal.

Hay dos tipos de infidelidad:

Cuando se desarrolla una relación amorosa: Los hombres son capaces de perdonar mas fácil la infidelidad emocional mas no la sexual. En la mujer ocurre totalmente lo contrario: Para ella es mas fácil perdonar las relaciones sexuales de infidelidad que las emocionales. El vínculo emocional para una mujer es mucho mas fuerte, determina mas sus sentimientos, es el valor más alto en el amor. En el hombre es inverso, el valor mas alto es el sexo, es el símbolo supremo del amor.

- La mujer sabe que el hombre es aventurero y explorador sexual, pero cuando compromete afectivamente sus sentimientos con otra mujer, ahí todo es diferente, no perdona con facilidad, siente que hay un compromiso mas allá de una aventura esporádica. Decanta que su trono ha sido amenazado por otra mujer, no sólo en la parte afectiva - lo vital en ella - sino también en su estabilidad económica, si son casados.

- El hombre sabe que por puta que sea una mujer, tener sexo con otro hombre de alguna manera involucra sus sentimientos. La mujer no va a la cama por el placer mismo del deseo sexual, el hombre cree siempre que existe una motivación afectiva antes del sexo... De ahí que sea difícil para él perdonar esta clase de situación.

¿Cómo se puede superar una infidelidad?

Es un trabajo conjunto, pero lo más importante es que la relación paralela termine y que exista un compromiso real, y un deseo legítimo de los dos en solucionar los problemas. Si no hay voluntad de concurrir en un mismo propósito lo mejor es dar por terminada la relación. Para esta clase de situaciones es mejor el silencio y la reflexión, que un diálogo lleno de heridas y reclamos, desarrollando sentimientos de culpa en el otro.