El Clitoris de la mujer

Aunque suene algo reiterado y que todos lo sabemos, el clítoris queda en la base superior de la vulva, vértice donde nace los labios internos. Por ser un apéndice muy pequeño, en algunas ocasiones los hombres se pierden en saber donde está, mostrando dudas en creer si es ese el que están tocando. Esta ambivalencia se incrementa, más que todo, cuando el varón explora la región vaginal sólo con sus dedos.

Es de resaltar, que en el imaginario mental los hombres siempre creen que el clítoris es de mayor tamaño, buscan encontrar la forma de un pene muy pequeño pero perceptible al tacto. En ese afán desesperado por excitar a su mujer, muchos de ellos cometen errores insalvables que afectan de una u otra forma la predisposición de la hembra para entrar en estadios de excitación.

En ese desespero por encontrar el clítoris el hombre abandona una de las reglas de oro que hay que cumplir, conservar la humedad en sus dedos cuando estimula la región vaginal, ese descuido involuntario degenera la calidad del placer que se brinda, por el contrario la mujer desarrolla sensaciones de rechazo por lo incomodo que resulta la estimulación con los dedos secos. Esta reacción desconcentra la intención de placer en ella.

Esa actitud desesperada del hombre por ubicar el clítoris hace que sus actos se vuelvan torpes en el tacto, de manera inconciente se vuelve brusco, es un acto involuntario propio del desespero del hombre por tener una excitación plena de su hembra.

Aquí las mujeres deben de entrar a jugar un papel protagónico para estos eventos. Sin entrar a lastimar el ego de su macho, deben de actuar con sutileza, cogiendo los dedos de su macho y humedecerlos con su boca, como un acto más de los juegos eróticos dentro de la relación sexual. Lo importante es que la mujer no asuma una conducta pasiva prefiriendo no hacer nada, debe hacerlo por el bien de ambos.

Ahora bien, si usted como mujer siente que la esta tocando mus brusco, coja la mano de su pareja y comience a jugar con sus dedos chupándolos uno a uno, acto seguido, con total delicadeza y disimulo traslade la mano de su hombre a la cavidad vagina e indíquele la zona mas sensible de excitación para usted, orientando con sus manos los dedos del hombre, indicando la forma de estimulación. Aproveche este momento para usted misma estimularse con el fin que su macho vea como lo hace usted.

Muchas mujeres son idiotas ocultando sus actos de masturbación por miedo al que dirán, esa conducta de comportamiento debe variar. Hay que ser más proactivas en los temas de la sexualidad. La masturbación libera los diferentes estados de ánimo en los seres humanos, nos hace sentir más livianos mas conformes consigo mismo.

Si bien nos hemos desviado del tema central, Sexo Oral, el autor en su sabiduría ha creído procedente tocar las diferentes situaciones de contexto donde cabe la estimulación del clítoris, y mas cuando en la actividad oral se involucra de una u otra forma estimulación manual, siendo ambas complementarias en las relaciones sexuales en pareja.

El clítoris debe mirarse como un elemento mas, entorno a lo que comprende la región vaginal. Si bien se concentra en el una gran parte de la riqueza erótica que se produce en la mujer esto no quiere decir que se convierta en el centro de la estimulación oral. Muchos hombres cuando ofrecen Sexo Oral su pareja se concentran más que todo en este punto, cuando toda la cavidad vaginal es rica en terminales nerviosas que sirven para excitar a la hembra.

El mejor momento para enfrentar la región de clítoris es cuando la mujer se muestra rica en su flujo esto indica que su cuerpo ya está preparado para recibir una estimulación que le representa un grado de sensación mas fuerte. Si usted observa al clítoris en su estado natural observará que el duerme en una especie de cueva donde pasa desapercibido. Es por eso que muchas veces los hombres se pierden en lograr su ubicación exacta, a pesar de saber en que lugar de la vulva reside.

El Clítoris en el Sexo Oral:

Al ofrecer Sexo Oral coloque su lengua en posición dura, avance con su punta, de manera delicada y suave, con la única intención de tocar el clítoris levemente, como queriendo no despertarlo, entre mas sutil sea esta avanzada la sensación en la mujer es mucho mas placentera. Repita esta estrategia varias veces con su lengua, no dude de hacerlo cuatro o cinco veces, conservando espacios de tiempo de 10 segundos. Para que esta labor sea más exitosa abra bien la vagina con sus dos manos mientras dispara esta ráfaga de placer en su hembra.

Como usted puede observar en esta descripción se necesita tener temple y mando, control en el manejo de la impaciencia. La mujer requiere de espacios de tiempo para saborear la sensación tan fuerte que produce el clítoris. Hay hombres que creen que entre mas rápido y fuerte batan su lengua mas placer siente la mujer, falso, mueren engañados, eso sólo ocurre en videos de porno para ofrecer excitación "visual" en los hombres.

El Sexo Oral es una labor que se debe adelantar con delicadeza, con lentitud, con creatividad en saber explorar cada espacio de la vagina, tomándose todo el tiempo posible, sin afanes. Como saboreando un delicioso helado cargado de chocolate y fresas.

Después de haber despertado el clítoris con la punta de su lengua, usted notará muy levemente que su dimensión ha crecido en posición erecta, en ese momento usted puede avanzar con su boca acercándose para chuparlo, puede también hacer gestos de succión (aspirar) para tenerlo atrapado en los labios de su boca.

Recuerde que la mujer asume una conducta pasiva en las faenas del Sexo Oral, el hombre es quien tiene el control de la situación, es usted el responsable de evaluar el grado de excitación. Cuando observe que el estado de efervescencia se asoma al clímax, ahí en ese instante ya si puede desplegar toda su batería de placer, batiendo la lengua más fuerte en todo el clítoris, inclusive ofreciendo más presión sobre este pequeño miembro. Quiero ser claro, esto se hace siempre al final, no al comienzo de la relación oral.

Éxitos y mucho disfrute le deseo en saber saborear los jugos de su hembra.