El no quiere cambiar

Mami:

Debo confesarte que después de pensarlo mucho, y de darle mil vueltas a la situación que vivo en mi matrimonio he decidido contarte la decisión que he tomado: Me voy a divorciar. Ya no soporto mas los atropellos que me somete este hombre lo único que le falta es pegarme, pero de resto todo lo que te puedas imaginar me ha hecho. Como puedes darte cuenta mi vida es un infierno.

De verdad ya me cansé de esperar para ver si él cambiaba, mil oportunidades le he dado, pero él sigue igual sin mostrar ganas de cambio. A los pocos días de uno hablar y llegar a un acuerdo todo vuelve al mismo punto de partida donde se originan todos los problemas. Para mi es muy triste contarte mi realidad y mis tristezas pero, al fin y al cabo eres mi madre la persona en quien mas confío y, donde yo puedo refugiar mis penas.

Últimamente he estado durmiendo muy mal, esto me está afectando de una manera que no te alcanzas a imaginar, mis días son eternos mis noches son peores, con sólo verlo a él me dan ganas de llorar. Siento que he perdido 5 años de mi vida, nadie me los va a devolver, pero así es la vida unas veces ganamos y en otras perdemos.

Como puedes ver mis frases sólo destilan pesares del alma ahora toca aceptar la realidad y, tratar de terminar toda esta tragedia de la mejor manera para después mas adelante volver a rehacer mi vida en todos los aspectos. Soy consciente que lo que sigue..., lo único que le pido a Dios, en estos momentos, es que me llene de fuerzas suficientes para poder asumir con dignidad este trance tan difícil en mi vida.

Por último te cuento que ya el diálogo con él está totalmente descartado, ninguno de los dos nos determinamos, cada uno hace lo que quiere como si el otro no existiera.

En estos días, cuando tenga un poco de tiempo disponible, voy a ir a visitarte para contarte mas detalles del asunto. Mami, te necesito mas que nunca, gracias por estar siempre dispuesta en escucharme.