Explore el culo de su hembra

Cuando el hombre está ofreciendo Sexo Oral en la vagina de la mujer, debe aprovechar esta oportunidad para extender sus intereses al culo de ella. No dude en explorarlo, explore sin miedo esta otra región erógena de ella.

No olvide que en el interior del conducto anal existe un cúmulo de células con terminales nerviosas únicas en su género, esto significa que no las hay en otra parte del cuerpo del ser humano (hombre - mujer), es por eso que la estimulación en esta zona se vuelve placentera. Todo es cuestión de saberlo hacer.

Para este propósito, lo primero que debemos hacer es: Saber llegar de la mejor manera al momento de abordar este músculo denominado esfínter, su nombre se deriva por la capacidad que este tiene en dilatarse cuando es sujeto a alguna estimulación propia de su misma estimulación o externa como el caso que nos atañe. Por sus características intrínsecas de funcionamiento, este músculo anal se dilata de adentro hacia afuera. La estimulación externa debe ser delicada, lo mejor es hacerlo en un comienzo utilizando la lengua como punta de lanza en la estimulación.

Su lengua debe ser introducida asumiendo siempre la función del falo, con golpes certeros como un pistón. Obvio que esta actividad genera cierto nivel de cansancio en el hombre cuando la emprende, conserve espacios de tiempo para regular su ritmo. Esto también permite que su hembra disfrute más. Alterne esta exploración oral suministrando besos profundos en la región del ojete del culo.

Recuerde estimado lector, que la mujer se excita cuando ve seguridad en su macho, en cualquier estadio de la relación sexual, en este caso por ser un emprendimiento muchas veces nuevo para ella, el hombre debe mostrar mayor seguridad en sus actos, mayor decisión, y mas si es la primera ves para ella. Compórtese como si la fuera a "violar", agarre sus nalgas y ábralas con fuerza (no brusco) y sin ninguna ambivalencia introduzca la punta de su lengua en el ojo del culo. Esta labor se puede hacer sin mediar caricias previas. Muchas mujeres, diría todas, guardan en sus bajas pasiones sentirse violadas, asaltadas, forzadas sin su consentimiento.

A la mujer muchas veces es mejor no preguntarle, no entre en el juego de ellas. Cuantas veces vemos a nuestra hembra sedienta de sexo, con ganas de uno cogérsela y ella se muestra reticente, y ya cuando una la tiene totalmente ensartada usted le pregunta... ¿te lo saco?, y ella le responde: Si lo haces te mato.... ¿entonces?, en que estamos. Ese es el fascinante mundo de las hembras, siempre ambivalentes.

Las mujeres nacieron para ser amadas, mas no para ser comprendidas, el hombre que lo intente muere loco. Ni ellas mismas se entienden, todo lo de ellas se justifica por sus cambios hormonales constantes, son así y punto. Por eso el hombre debe aceptarla como son ellas en su propia esencia, y más bien apoyarlas en sus días débiles.

Ahora bien, retomando de nuevo el cauce del tema es posible que su pareja por timidez se muestre un poco prevenida en que usted le explore el culo con su boca. Aproveche este momento para decirle un par de frases que la motiven. Si usted nota que su intención no varía, no la presione y mucho menos la obligue, déjela tranquila que seguro en un par de oportunidades, mas cuando esté con ella, cederá con el tiempo.

Si bien en le Sexo Oral se involucra un alto porcentaje de contacto por vía oral, esto no quiere decir que no podamos complementar nuestra labor introduciendo otros elementos, como los dedos, en el arte amatorio. Entre mas diversidad se incluya mucho mejor para el éxito del encuentro. Es perfectamente viable brindar estimulación oral en la vagina mientras los dedos juguetean neciamente en el aro del culo de la hembra, eso si, procure siempre que la yema de sus dedos estén suficientemente húmedas en todo momento. Hágalo de manera sutil y suave, para no perder la atención de su hembra. Un paso mal dado puede distraerla y hacerla perder el foco de su interés.