Ganas de verte


 Ocultarlo es imposible:

Apenas acabo de colgar el teléfono y escuchar tu voz, y mírame aquí ya sentado escribiéndote. Prefiero mejor dejar hacer mis tareas pendientes, por un momento, que estar viviendo la angustia de no haberte escrito. Como puedes observar mi pequeña niña, me tienes totalmente embuido en este "infierno" placentero de volver a querer a una mujer.

De verdad no se como lo lograste, y lo peor todo ha sido virtual, pero real en mis sentimientos. Sin duda ya tenemos una historia por contar, algo que muchas personas no lo van a creer, pero es cierto, ya mi corazón siente por ti los detalles mas hermosos que me haz entregado.

Todo este tiempo que hemos estado juntos, con celo te haz encargado de estar pendiente de mí a toda hora a cada instante, como entonces no decirte que te quiero, y que todos los días no veo la hora de verte para darte el beso que sellará nuestra unión.

No creas que sentir esto es fascinante, déjame decirte que no es lo mejor, la angustia se ha incrementado. Muchas veces en mis noches sin darme cuenta me quedo con los ojos abiertos perdido sin un punto fijo donde mirar, de repente siento que me estoy volviendo loco.

Todo este sentimiento que haz logrado crear en mí, es tu culpa, y lo más grave, pereciera que supiera la forma perfecta de como cautivarme. Que puedo decir, nada, es tu esencia la que te hace ser la mujer de mis sueños. Por fortuna te encontré cuando menos me lo esperaba, es mas, no te lo puedo negar muchas veces ya lo daba por perdido cuando ambos acorazados en el redil de nuestras murallas sentíamos pavor de volvernos a enamorar.

Pero el Destino es así, impredecible como las lluvias del invierno, cuando menos piensas llegan sin dar aviso, igual fue lo nuestro. Lo rescatable de todo esto que estamos viviendo es que me tienes delicadamente entregado a tus brazos, sólo te pido que nunca nos separemos, perdernos sería un estruendo en nuestras vidas.

La razón más importante de mi existencia eres tú, sos el centro de ella.