Hombre alcoholico

Muchas son las historias y descripciones que se hacen sobre esta clase de hombres. Alrededor del tema existe toda clase de tratados para entrar a definirlos, en esta oportunidad trataremos de buscar una aproximación en la forma como ellos enfrentan sus relaciones afectivas en pareja. Vale advertir que existen de todos los sabores y variedades posibles dentro de la fauna masculina.

- El hombre bebedor, toma trago, jamás va aceptar su condición alcohólica. Cuando lo reconoce su patología ya es extrema de no retorno.

- A pesar de ellos vivir en una constante negación de su realidad, construyen en las primeras etapas de su adicción un entramado de argucias para ocultar su amor por el licor, esto hace que ellos se vuelvan muy astutos con el fin de pasar desapercibidos en el medio que se desenvuelven.

- Desafortunadamente en las relaciones de pareja, la mujer es la última en enterarse de la realidad que vive al lado de un hombre de estas características. Sólo se percatan cuando la relación ya ha avanzado en el tiempo, y los sentimientos son otros. Ante la evidencia del amor que ellas sienten por su pareja, prefieren ser un soporte de ayuda para que, estos patanes del licor, más bien recobren el camino desviado que han asumido con su vida.

- Muchas veces ellas se convierten en cómplices, negando cualquier posibilidad existente en materia de alcoholismo de su hombre, degradando todo comentario que se haga al respecto, a la categoría de un simple bebedor social, y se acabó el problema. Obvio, ella esgrime las mismas razones que él le ha esbozado para convencerla.

- Es tal el grado de convencimiento e influencia que logra tener el hombre que, en mas de una ocasión, han logrado involucrar a su mujer (novia - esposa) en su propio mundo. Su interés no es hacerle daño sino volverla una cómplice para justificar su conducta.

Los alcohólicos aprendices:

Son los mas peligrosos, la sociedad nunca los ha etiquetado, por lo difícil que ha sido de enmarcarlos en un prototipo definido, siempre existe la duda de ser sólo un bebedor social. Las únicas mujeres que logran salvarse de estos galanes son aquellas que odian todo lo relacionado con el alcohol, y aquellas otras que han vivido y experimentado, por carne propia, vivencias alcohólicas en su entorno familiar (padre - hermano - etc.). Estas últimas logran desarrollar una capacidad de percepción, asombrosa, dignas de valorar, como ejemplo para las demás mujeres.

- No podemos negar que los alcohólicos aprendices son personas muy divertidas a la hora de entablar una relación afectiva con ellos. Para la diversión siempre están listos y dispuestos, cualquier disculpa se inventan para destapar la botella, siempre hay dinero para estos propósitos. Con esta actitud, la mujer cree que su hombre es amable, amplio, generoso, alegre, etc., cuando la verdad que esconde en su interior es otra, beber y beber para colmar su ansiedad.

- Entrar a calificar de ingenuas, a las mujeres, por permisivas no es justo, y más cuando las bebidas alcohólicas son aceptadas dentro de los más plurales espacios: Reuniones, fiestas, almuerzos, etc. Sin embargo, muchas niñas, ya enamoradas, prefieren negarse ellas mismas la realidad que vive su pareja. Y lo peor, siempre sueñan con la posibilidad de hacer cambiar a su amado, mas adelante, sirviendo de apoyo para superar su enfermedad.

Si usted está en una condición parecida a la descrita, con todo respeto le advierto: Su intención, llenas de nobleza, tiene un alto de porcentaje que se pierda en el olvido, lo mas seguro es que termine convertida en una ilusa mas. Si usted está dispuesta a emprender esta labor, tenga en cuenta:

1 - No hay situación donde se pueda brindar mayor posibilidad de falsedad que las promesas de un alcohólico aprendiz:

  • Te prometo que voy a dejar de beber
  • Dame la última oportunidad, voy a cambiar
  • Te juro que no he vuelto a tomar
  • No te preocupes, me voy a controlar más
  • Quien dijo que estaba ebrio (borracho - tomado - etc.)

2 - Aunque se sorprenda, la mejor forma de conocer el estado actual de la enfermedad de su hombre es en el sexo. Basta observar la calidad y decadencia de la actividad sexual de su pareja. Si observa con detenimiento se encontrará con muchas sorpresas a veces de poca relevancia pero, si, de mucho significado.

  • Sus encuentros sexuales son más cortos, a la hora de follar
  • Cada vez se vuelven mas distanciados en el tiempo
  • Poco espacio para la ternura y los juegos preliminares
  • Se asume una actitud sexual por cumplir
  • Merma el deseo sexual
  • Problemas de eyaculación
  • Flacidez del miembro viril
  • Muchas veces ni se le para, saca toda clase de disculpas para evitar un contacto sexual
  • Para evitar sospechas de su problema sexual se vuelven clientes del Viagra o de otras pastillas con igual efecto
  • En otras veces saben sobre actuar en sus encuentros sexuales, para esconder su fragilidad.
  • Tratan de programar sus encuentros eróticos con su pareja, para no fallar en el tiro. Evitan tomar licor al máximo, para que la pólvora no se les moje

3- Son personas inestables en muchos aspectos de su vida. Cambian con facilidad de actividades, entre ellas el trabajo. No son constantes en lo que hacen, muchas veces dejan a medias lo que inician. Sus mismas frustraciones se esconden en el licor, es el mejor rincón para ocultar sus penas y evadir la realidad de la vida.

4- Pasan con facilidad de los estadios de euforia y alegría a la depresión. Esta ambivalencia constante los lleva a incrementar la bebida, hasta perder el control de sus propios actos. A pesar de su estado lamentable, luchan con ahínco para sobreponerse tomándose o aplicándose toda clase de drogas (legales o ilegales). Es vital para ellos la apariencia, la imagen que proyectan a sus semejantes.

5- Se vuelven maestros de la mentira, hacen de su propia vida la mejor escuela para aprender a mentir, cuando ven que es imposible asumir esta clase de conducta se justifican para quedar bien. En este sentido son individuos muy hábiles.

6- Después de sufrir muchas recriminaciones (por parte de su pareja - amigos - familia etc.) sufren ataques de sobriedad absoluta, un monje tibetano es un borracho, un beodo al lado de ellos. A las pocas semanas o quizás un par de meses comienza de nuevo su trajinar, lo hace de manera lenta y pausada, dejando ver entre los demás (novia - esposa - amigos) el control que ha logrado tener consigo mismo.

Total mentira, una cosa es lo que la gente cree y ve, y otra muy diferente es la estrategia que él está diseñando para no dejarse pillar o delatar. Son risibles todas las estrategias que emprenden para tomar licor, sin ser percibidos, cuando están en una reunión de amigos, etc.

- Se hace servir el licor con otro liquido en alto porcentaje (ejemplo coca cola) para dar la apariencia que la mezcla es inofensiva. Mentiras, al menor descuido de los presentes, como si fuera el mejor mago ilusionista, llena el vaso con más licor.

- Si se encuentra en un lugar público, no tiene ningún problema de entrar en contacto con el mesero que lo atiende y buscar un acuerdo para que le tenga servido otro trago (copa) en otro lugar del establecimiento, puede ser : En la barra, para cuando se dirija al baño, lo hace con total sutileza de no ser observado. Hay unos que son más osados y hace que el mesero le introduzca una botella en la cisterna del baño, para no levantar sospecha alguna. Como puede observar son todos unos maestros en la creatividad, ni que decir de la forma como logran ocultar todo rastro de olor a licor en sus labios, son los mejores.

7- El dinero y el status social que tenga la persona involucrada en la enfermedad, actúa muchas veces como paliativo para ocultar la realidad. Sin duda este se disimula porque nunca el afectado deja de lado sus responsabilidades económicas: Mantener su hogar, su familia, su propia manutención, etc. Dentro de este contexto podemos decir también que el dinero sirve como un elemento de manipulación para mantener las aguas y tormentas en calma.

8- Para ser una persona alcohólica no es necesario que tome todos los días como la gente cree. Este concepto está muy revaluado, basta con observar la falta de control que muestra sobre sus actos para tazar la potencialidad suficiente de ser un alcohólico en toda la extensión de la palabra. Lo que comienza mal, termina mal.

Una mujer perfectamente se puede dar cuenta de esta enfermedad, con sólo observar que clase de comportamiento tiene su pareja cuando toma licor. Esperamos que todos los aportes descritos en estos precedentes sirvan de algo, a las mujeres, para detectar conductas que después las puedan afectar en su forma de vida en pareja o en una simple relación afectiva.