Hombre infiel

Introducción:

Son muchos los ensayos, exposiciones que se han hecho para tratar de explicar el comportamiento infiel del hombre. Demasiadas formas se han creado, inventado para relacionar la parte afectiva (amor) con la conducta infiel del hombre frente a la mujer.

Pero antes de entrar en diferentes consideraciones sobre el asunto, es preciso ofrecer al lector varias explicaciones previas en torno a las aristas que se involucran en este prisma (tema), con el fin de permitir una mejor interpretación que facilite la extracción de sus propias conclusiones.

Conceptos previos para evaluar

1- El pensamiento, las ideas y la verdad:

Todo emprendimiento, en busca del conocimiento con pretensiones de encontrar la verdad requiere de un método, de una disciplina oreada de rigor académico. No existe otra posibilidad de encontrar la certeza de las cosas. Ahora bien, la verdad es una y universal, no es posible decantar dos verdades sobre un mismo objeto.

Otro de los vicios y errores que se comenten cuando hacemos juicios de valor sobre un objeto o sujeto - en juzgarlo -, es primero encontrar el resultado, calificando la conducta. Para luego retroceder con torpeza en tratar de construir el camino de la sustentación, con ideas y planteamientos torcidos y amañados al interés que ya premeditadamente se develó. Es el mejor camino que encuentra el ignorante para soportar sus conocimientos, razón por la cual recibe descalabros constante en el transitar de su vida.

Metáfora al margen del ignorante: Emprenden un proyecto (empresa - negocio) y lo primero que miran es cuanto dinero les va a producir (meta - resultado), ejecutan la acción y en el camino escabroso se percatan de la realidad = Quiebra

La gran mayoría de las personas primero juzgan, etiquetan, rotulan los actos, y después piensan, observemos varios ejemplos:

  • Ser infiel es una traición
  • La infidelidad va en contra del amor
  • El hombre infiel es lo peor

Es imposible llegar a la meta (resultado) sin haber recorrido la trayectoria del camino. Para avanzar es necesario primero: Diseñar un método, seguir un procedimiento idóneo y conducente para luego aventurarnos en la exploración de las ideas y conceptos. Sin este mapa es imposible alcanzar cualquier conocimiento en la vida.

Siempre hemos escuchado decir: El infiel es un hombre malo, perverso, lacera el alma de la mujer, viola los principios del amor, destruye la estructura misma de la familia, etc., etc., todas son sentencias sumariales sin derecho a un proceso, sin espacio para un procedimiento idóneo y conducente que permita la exposición de las ideas. Primero se juzga y después se busca cualquier remedo de sustentación.

Pero, todo aquel que piense en contrario - sobre el significado de la infidelidad - o pretenda lanzar otra clase de planteamiento razonado se califica de inmediato como un simple machista. El único método que se esboza para sustentar la acción es descalificándola. Sin duda, este oscurantismo mental ha sido por décadas y centurias el gran culpable del caos que se vive en las relaciones afectivas entre hombre y mujer.


2- La religión y su influencia en el comportamiento del ser humano:

El gran error de la humanidad fue haber permitido a las doctrinas de fe de occidente (cristianismo en todas sus vertientes) entrar a terciar en el asunto de la condición humana en general, incluyendo la infidelidad.

No olvidemos que muchos de los conceptos que ellos (sacerdotes y pastores) predican se sustentan en dogmas de fe, principios que no son sustentables a través de la razón ni se pueden demostrar. Simplemente se deben aceptar y punto, sin derecho a ningún juicio de interpretación, por ser una verdad divina.

Lo único que saben hacer para sustentar sus conceptos es: Lanzarse en picada sobre la Biblia y traer a colación una cantidad de citaciones textuales, por lo general amañadas, que ni ellos mismos se han podido poner de acuerdo. Cada interpretación diferente permite la creación de una nueva iglesia, eso fue lo que ocurrió en el primer cisma de la iglesia católica, entre Roma y el teólogo alemán Lutero, creador y fundador de la iglesia protestante.

La sola formación académica que reciben los postulantes a sacerdotes, pastores, etc., los limita y condiciona en su forma de pensar. Todo aquel que opine en contrario es un apóstata, un hereje que entra a la horca del desprecio, basta leer la historia de Santa Teresa de Jesús y de muchos otros místicos.

Toda aproximación que ellos hagan sobre la conducta humana está condicionada y viciada en su contenido. Sus reflexiones siempre están enmarcadas sobre las definiciones dogmáticas de fe, que profesan. La ruta que nos ofrecen para emprender la búsqueda de la verdad está previamente trazada sin ninguna posibilidad de espacio que permita un libre pensamiento por parte del sujeto (nosotros).

No podemos negar la influencia notoria que tienen los diferentes credos de fe sobre la sociedad en general, sin duda, son un báculo de soporte para los vacíos constantes que vive el alma en su interior precario.

Pero, otra cosa muy diferente es, aprovechar estás falencias y debilidades del ser humano para imponer pautas de comportamiento de como debemos orientar nuestra vida. Sin darnos cuenta nos aplican la misma espada dogmática que ellos recibieron en su formación académica:

  • Castración en el discernimiento de las ideas
  • Sumisión y obediencia
  • Hincar, humillar el pensamiento a los dogmas

Pregunto: Un individuo que se enajena mentalmente y a su vez se somete a las reglas impuestas de una jerarquía monacal es idóneo para orientar con sabiduría y sin egoísmo los destinos de una comunidad. Sigo preguntando: Son ellos los indicados para decirnos que es el amor, que es la infidelidad y entrar a juzgar que es correcto y lo que debemos hacer, y como lo debemos interpretar.


Hombre infiel

Después de estas consideraciones conceptuales entremos ahora a lo concreto, para hablar del hombre infiel. Para este propósito es importante hacer la salvedad en lo referente a la forma que lo vamos abordar.

Por ser una conducta del comportamiento que afecta a un tercero es imposible hablar de infidelidad sin tocar las esferas del amor y la mujer. Por eso es importante aventurarnos a definir los conceptos que sirven de soporte en la discusión:

- Que es el amor: Es un concepto que nadie ha podido definir de manera concluyente, todas las definiciones posibles al respecto son meras aproximaciones. Es tema recurrente en todas las formas de expresión del ser humano (teatro - pintura - cine - música - literatura - etc.), los grandes escritores, dicen:

  • El amor es nómada, el amor es precario, es frágil, es caprichoso, vagabundo y aventurero
  • Lo afirma Tolstoi, Balzac, Stendhal, Flaubert, Proust, Kundera, Cortázar, Sabines, Borges, Neruda, Benedetti y Gabo
  • En el amor nada basta, nada es suficiente para colmar y calmar la carencia que define lo humano,
  • Y tal vez por esto mismo, por lo que significa el amor se vuelve inaprensible, imposible de enmarcar, encuadrar y definir
  • El amor es el todo y la nada a la vez, es el dolor y la pasión, es tristeza y alegría, es la abundancia y la escasez
  • Los deseos y el placer habitan y se incrustan sin permiso en el corazón, el corazón es sinónimo de amor, ¿entonces que es el amor?

Conclusión: Cada vez que intentamos buscar una definición, que nos brinde certeza sobre que es el amor, nos vemos abocados a aceptar que cada intento que hacemos por lograrlo se nos aleja mas de la realidad.

Vale anotar que, para poder entrar a calificar la conducta infiel del hombre, si es buena o mala, si es perversa o no, necesariamente necesitamos certeza de lo que es el amor. Si no existe un punto de partida: Claro, concreto, que nos permita invocar un concepto de verdad es imposible entrar hacer juicios de valor que nos sirva de guías para llegar a una o varias conclusiones sobre la conducta del infiel.

Para poder hablar del hombre infiel se requiere hacer un cúmulo de comparaciones con respecto al amor, la conducta del infiel no puede ser evaluada de manera individual por estar estrechamente entrelazada y ligada a un tercero, la mujer. En otras palabras, para hablar de infidelidad se requieren dos individuos.

  • En la mujer la infidelidad es un "sentimiento"
  • En el hombre es una "conducta", un comportamiento

* Si la conducta del hombre va acompañada de un sentimiento afectivo (amor), menos cabe la posibilidad de ser un ser infiel. Por el contrario es honesto en seguir los lineamientos que le traza su conciencia. Bien lo decía el poeta: El amor es eterno mientras dura...

En rigor a un método de análisis, como bien lo hemos afirmado, requerimos de varios "pilares" (soporte) que nos brinde la posibilidad de encontrar la certeza para poder avanzar en el discernimiento de las ideas. Con estos elementos de juicio, brindándonos certidumbre, en nuestras manos podemos, ahora si, aventurarnos a buscar una sola verdad, no dos o varias interpretaciones como se ha hecho siempre para caer en los mismos errores de juzgamiento, que lo único que ha logrado es:

  • Destruir relaciones afectivas estables
  • Acabar con sueños de pareja
  • Terminar hogares
  • Crear frustraciones
  • Rotular al hombre como un ser perverso

La pregunta que cabe hacer ahora, es: ¿Cuales son esos "pilares" que hay que definir para poder encontrar la verdad y la realidad de como son las cosas y como se deben comprender para por entender el comportamiento de un hombre infiel?

  1. El amor: Ya vimos que es imposible lograr una definición que abarque la totalidad en una sola verdad
  2. Sentimiento: Es una percepción individual que cada persona asume a su real saber y entender. Tampoco es posible lograr una sola definición, por lo tanto no hay oportunidad de encontrar una verdad que nos sirva de soporte de partida
  3. Comportamiento infiel: Es una conducta clara y concreta, que permite una decantación en tiempo, modo y lugar (brinda certeza de verdad)

Lo único que nos sirve como soporte de partida es lo expuesto en el numeral tercero, sin embargo, no es suficiente para lograr alguna clase de conclusión por ser una conducta íntimamente entrelazada y vinculante en su resultado con un tercero (mujer).

Para poder entrar hacer un planteamiento de análisis es requisito sine qua non la concurrencia de los otros dos factores (amor - sentimiento) que deben estar claramente demarcados y sustentados, ambos, en conceptos de verdad. En otro contexto para que se entienda mejor: Es imposible edificar, construir una casa sobre una sola columna, mínimo se requiere tres astas para levantar una edificación.

La infidelidad del hombre observada desde otro ángulo o punto de vista

  • Científico
  • Antropológico
  • Cultural
  • Religioso
  • Espiritual

Aprovechando las avenidas del conocimiento, amplias y generosas, no debemos sustraernos y mucho menos negarnos la posibilidad de crear otra ruta que nos permita diseñar caminos que nos puedan ayudar a encontrar la verdad, en todo lo concerniente a la infidelidad del hombre, averiguar:

  • Por qué el hombre es infiel
  • Que razones motivan a la persona para asumir esta clase de conducta
  • La infidelidad es una decisión de cada individuo, o es un comportamiento que viene incrustado en la genética del hombre

Emprender esta labor no es tarea fácil, lo primero que debe hacer es desnudar y despojarse de todas las ideas preconcebidas que se tienen al respecto. A medida que avanza en la lectura evite entrar en evaluaciones de juzgamiento, asuma mejor una actitud desprevenida para que al final saque sus propias conclusiones. En este apéndice que se ofrece a continuación no existe otra pretensión que enriquecer el foro sobre un tema álgido que llama la atención en el devenir constante de nuestra existencia.

  1. Una aproximación “científica” a la infidelidad Que es la genética
    Es una rama de las ciencias biológicas, cuyo objeto es el estudio de los patrones de herencia:
    • Los genes se forman de segmentos de ADN
    • La molécula que codifica la información genética en las células
    • El ADN controla la estructura, la función y el comportamiento de las células y puede crear copias casi o exactas de sí mismo
    • La herencia y la variación constituyen la base de la Genética
    La infidelidad es cuestión de genética en el hombre

    Un estudio, realizado en Suecia, comprobó que la infidelidad en los hombres proviene de un gen que influye en el cerebro. Dos de cada cinco varones tienen esta variación genética, la cual influye también en que existan problemas de convivencia en el matrimonio. La culpa de la infidelidad de los hombres se debe al gen llamado alelo 334, que gestiona la vasopresina.

    El Dr. Hasse Walum, director del estudio, afirma también que existen otros factores que influyen en el hombre para mostrar un comportamiento infiel: La cultura - la religión - y el origen familiar de donde viene.

  2. Una explicación “antropológica” a la infidelidad del hombre
    Los científicos del genoma humano han determinado una semejanza superior al 97% comparado con otras especies del reino animal. Esto explica porque muchas de las conductas que asume el hombre son idénticas a los comportamientos de los machos en su ambiente natural.

    Vale resaltar también que, la ciencia se ha volcado con total interés en descubrir y aprender a interpretar la forma de relacionarse de muchas especies en su misma comunidades, esto ha permitido que muchos avances en redes computacionales, manejo de datos, velocidad en la información tenga como origen primigenio el comportamiento animal en su entorno.

    Lo mismo ha ocurrido con estudios que se han efectuado en relación al comportamiento infiel del hombre. A través de la observación con la ayuda de la antropología se ha podido comprender mejor la similitud que existe entre el macho y el hombre en la infidelidad:

    - En la manada de las fieras salvajes (tigres, pumas, leones, leopardos, y muchas otras especies) sólo existe la posibilidad de permanencia de un solo macho, el cual es compartido por todas las demás hembras, sin celos ni pretensiones de egoísmo alguno. La convivencia es sana y en armonía. Rompen la tranquilidad los juveniles machos que entran disputar el trono, ofreciendo toda clase de combates para lograr la ascendencia antes las demás hembras de la manada. El macho vencido en el combate parte con dignidad y sin reclamos a crear otra manada.

    Igual que los machos el hombre es un cazador neto, para satisfacer sus deseos sexuales. El amor del hombre se circunscribe a lo que es el deseo y el placer, lo demás son sueños de telenovelas que sólo sirven para crear ilusiones falsas en la mujer.

    En sus faenas infieles de placer el hombre no está comprometiendo en cada uno de sus experiencias sus sentimientos, lo excita mas el placer que siente de cazar una nueva hembra, eso le llena la vanidad de su ego, a ser el rey de su manada.

    El amor del hombre es tener un hogar - relación afectiva - donde llegar, reposar sus ansiedades y derrotas, vivir en sana convivencia sin que nadie lo controvierta, pasar sus temporadas de invierno (nivel de ansiedad sexual bajo) tranquilo para cuando llegue el verano salir de nuevo a la caza de nuevas hembras.

  3. Una explicación “cultural” a la conducta infiel del hombre
    - En la cultura occidental por influencia de Constantino en el Derecho Romano, hizo que se implantara las relaciones monogámicas en su imperio. Sin duda Roma fue la cuna del derecho occidental.

    Ahora bien, la costumbre es una de las fuente del derecho, pero en esta ocasión la ley fue creada haciendo caso omiso a este principio, la única pretensión que se tuvo en cuenta para su creación fue tener una mejor gobernabilidad sobre la parte patrimonial del hombre y sus herederos. Antes de esta ley en el siglo IV, las relaciones poligámicas eran aceptadas por todas las mujeres.

    Seguramente si esta ley ni hubiera germinado a la vida jurídica, en occidente las relaciones del hombre serian poligámicas, como ocurre en otras culturas orientales ancestralmente mas evolucionadas en el conocimiento interior de las conductas del ser humano.

    - El ser humano es un ser de costumbres, forjador de culturas diferentes, en este contexto debemos decir que la infidelidad no es un tema exclusivo del hombre. En el sur oeste de la china existe la costumbre de la poligamia de la mujer, son ellas las que eligen a los hombres para sus encuentros sexuales, sus hijos son levantados y criados por su propio núcleo familiar, con la ayuda de sus padres y hermanos.

    El padre de sus hijos es amigo de todos sus amantes, conviviendo en total armonía, no hay disputas, no hay celos. Tampoco existe la posibilidad de sentir traición por la conducta de la mujer, y mucho menos genera sentimientos de frustración en el varón

    - Cuando se habla de infidelidad existen muchos fanáticos que desprecian las costumbres de otras culturas diciendo que son comunidades y tribus muy ignorantes donde no ha llegado la civilización.

    ¿Que es la civilización? , la llegada del cristianismo, el desbordamiento en tecnología, la sabiduría que brinda el conocimiento. Por donde se le quiera mirar no soporta ningún análisis que permita concluir que occidente es superior a oriente y otras latitudes donde se revela esta clase de comportamientos sexuales entre el hombre y la mujer, y viceversa. Por donde se le mire, occidente pierde en todo: En el deporte, en la economía, en el crecimiento del consumo, en la parte espiritual, en la forma de asumir las derrotas del ser humano, etc.

    Es imposible que los convencionalismos sociales, los ordenamientos jurídicos logren hacer cambiar las costumbres ancestrales de los pueblos. Si fuera así ya era hora que el hombre de occidente fuera un poco más fiel en sus relaciones afectivas. Lo único que se ha logrado es haber creado una falsa cultura llena de mentiras y estrategias soterradas por parte del hombre para seguir cultivando la esencia antropológica de su ser, un hombre infiel por naturaleza.

  4. Una explicación " religiosa " a la infidelidad del hombre
    - Si observamos el comportamiento del hombre en diferentes religiones judeocristianas decantamos con facilidad en sus textos sagrados la aceptación inequívoca de la poligamia: Los grandes profetas, los patriarcas todos sin distingo poseían en su haber un cúmulo de mujeres que ayudaban a mejorar su libido sexual.

    Es mas, si el macho alfa - profeta y sabio en la espiritualidad - deseaba tener un hijo y el vientre de su esposa no tenía la capacidad de engendrar, la situación se resolvía de manera sencilla y simple, se tiraba a la hermana de su esposa (cuñada) sin ninguna objeción de parte. El cielo y los tribunales divinos precedidos por Jehová bendecían esa fornicada.

    Recordemos que eran hombres iluminados por Dios, para que no vengan ahora los fanáticos a decir que eran otros tiempos, y que el ser humano con el pasar de los años y la llegada del Espíritu Santo, el hombre comprendió que era para una sola mujer.

    La sabiduría y el misticismo espiritual no orbitan en la evolución del tiempo ni del espacio. Para que se entienda mejor: Los sabios actuales no son más iluminados que los de otrora, como tampoco los principios divinos son mutantes en el tiempo para aceptarlos e interpretarlos de otra manera.

    - Ahí les dejo la inquietud para que lean y aprendan un poco de historia sagrada en la Biblia y la Torá judía. Si tienen tiempo visiten en la Biblia el Cantar de los Cantares, para que conozcan fascinantes relatos eróticos, sublimes en todo. Doncellas y vírgenes que se entregan a placer en los brazos de sus machos, izando sus pezones al cielo para dar de beber el néctar del placer en su boca.

    Mis pretensiones de poeta erótico se quedan cortas ante la majestad mística - erótica de lo que podemos encontrar en los versos del libro sagrado anotado.

  5. La “espiritualidad” es el único camino para que un hombre sea fiel
    - El propósito de este tratado - extenso por demás - no es justificar la conducta del macho alfa (hombre) en su relación afectiva o de pareja, va mas orientado a la mujer con el fin que ella comprenda y evalúe de verdad, si vale la pena seguir insistiendo en que el hombre por encima de todo debe ser fiel a una sola doncella.

    - Cuando la mujer afirma que el hombre infiel es un machista, tiene toda la razón, entrar a negarlo es sustraerse a su esencia misma de macho. Vale afirmar que la genética del hombre influye decididamente en sus instintos sexuales. La razón no alcanza a controlar, siempre, la fuerza vital que trae en su huella genética.

    Por muy culto, buen hijo, buen padre, todo lo que usted quiera, un hombre jamás abandona sus intenciones infieles, puede que descanse varios inviernos, pero téngalo por seguro que sus ansias de placer por cazar nuevas hembras permanecen vivas. Los únicos hombres que logran abandonar los deseos que produce la libido son los grandes maestros espirituales que se retiran a sus cavernas del silencio, cortando de tajo todo contacto con la sociedad.

    El ser humano está compuesto de energía material y espiritual, cada una tiene una forma observarse y percibirse diferente:

    - La energía material: Por su densidad (peso atómico) se puede observar en el cuerpo humano sin ninguna dificultad (huesos - músculos). Una persona normal y corriente tiene un 90% de materia y un 10 % de espíritu. Esto hace que nuestra existencia sea precaria, llena de angustias, placeres y deseos. Somos una piedra en bruto que estamos por esculpir, tallando con esfuerzo nuestras propias virtudes y valores que son lo único que nos permite avanzar en nuestro crecimiento personal y espiritual.

    Esa materia - que trae su propia genética - es la gasolina que mueve el motor de los instintos y los deseos sexuales del hombre para ser infiel, cazador de hembras.

    - La energía espiritual: Los grandes maestros, han logrado en su crecimiento místico trasmutar parte de su energía material en una energía menos densa, llamada espiritual. Su cuerpo material ya no necesita alimentarse de la forma como lo hacen los mortales (humanos), su néctar de vida (alimento) está en el aire y en el agua. De manera esporádica ingieren alimentos: Raíces, tallos, granos, etc.

    En estos estadios de vida su cuerpo ya es un 70% espíritu y un 30 % materia. Su respiración es lenta y prolongada, las pulsaciones del corazón desciende de manera asombrosa, son personas capaces de permanecer inmóviles por meses y años. Con su dedicación y entrega mística han logrado despojarse de todos sus deseos, entre ellos los sexuales.

    Obvio que en un momento de su vida sintieron el acoso del deseo sexual, pero pudo más en ellos la preocupación de crecer en su parte interna, que inclusive abandonan a su esposa(s) e hijos, para construir su propio camino espiritual.

¿La infidelidad es una decisión del hombre?

- Por mucho esfuerzo y ganas que tenga un hombre de transformar su condición de macho infiel, tarde que temprano sucumbe a sus propósitos. Su energía material (deseos, apegos) es mucho más fuerte que la espiritual. No niego que pueda durar lapsos de tiempo prolongados luchando contra si mismo, muchos hombres lo hacen con resultados positivos (aparentes), se vuelven unos infieles mentales empedernidos, cuando explotan son peor.

- Ni la razón ni la voluntad son suficientes para controlar los instintos sexuales del hombre, la única forma para que el individuo abandone su conducta infiel es comenzar a construir su camino místico, sumergiéndose en su propio silencio, dispuesto abandonar el mundo real para vivirlo en soledad. Es una tarea hermosa y ardua, que se debe asumir con total disciplina y perseverancia, para poder ascender en su crecimiento espiritual. No es cuestión de poca monta, y menos de darse golpes de pecho recitando como un loro mil plegarias de súplica.