Mujer envidiosa

Ningún ser humano se puede abstraer de haber sentido momentos de envidia (hombres - mujeres) en diferentes entornos de su vida. La envidia es un sinónimo de debilidad que desarrollan las personas, una mas que otras. Sien embargo, es de anotar que está anomalía de la personalidad se resalta con mayor énfasis en la mujer con su mismo género:

En este orden se develan dos tipos de envidias

  1. La envidia hacia el objeto: Cuando se desea tener algo, cuando se quiere un objeto en particular
  2. La envidia hacia el sujeto: Se circunscribe al estado de felicidad que despierta, que proyecta una persona

Ese sentimiento (envidia) genera una conducta contraria a nivel interno del ser, para transformarse en un resentimiento, ya sea frente a un objeto o un sujeto determinado.

Para descubrir los orígenes de la envidia basta remontarnos a las diferentes etapas del crecimiento del individuo:

1- Infancia: En muchos casos la envidia es un problema patológico (cita en metáfora) que trae el niño al nacer. La misma energía que irradia su madre, su voz, sus actos, etc., invitan al párvulo a copiar estas conductas en su mismo subconsciente para mas adelante proyectarlo a sus semejantes. Son niños que nacen tristes, presentan dificultades en el lenguaje, retraso en el crecimiento, bajo peso, se enferman con facilidad, etc.

Cuando usted vaya a conocer una persona, y tenga algún interés en ella (hombre - mujer) procure más en conocer su pasado, en como se desenvolvió su infancia:

  • Cuales fueron las anécdotas que mas lo marcaron
  • Como estaba conformado su núcleo familiar
  • Que actividades realizaba la madre, como eran las relaciones intrafamiliares de ella
  • Que carencias - económicas - hubo al nacer que se desbordaron en necesidades
  • Averiguar si fue un niño saludable y feliz

Todas estas indagaciones sirven, sin lugar a dudas, para generar un mapa mas real de la persona que deseamos conocer. Sea sutil en su emprendimiento, a medida que avanza vaya juntando cabos, y armando sus propios conceptos. Todo este proceso de indagación es necesario e indispensable a la hora de tomar determinaciones puntuales sobre la dirección que debe tomar la relación.

Muchas veces por el afán de amar y ser amados, por esa necesidad fascinante de tener a alguien a nuestro lado rompemos el hilo conductor de como deben ser las cosas para dedicarnos a construir relaciones superfluas, que con el tiempo se vuelven efímeras, y sólo sirven para lastimar nuestros sentimientos.

De las cosas más importantes en toda relación (de pareja, noviazgo, etc.) es conocer lo mejor posible la etapa de la infancia de esa persona que está a nuestro lado. No ahorre esfuerzo en hacerlo, tómese el tiempo que sea necesario antes de enamorarse. Comprendo que a veces el amor nos sorprende sin nosotros darnos cuenta, eso es cierto, pero ahí es cuando mas nos debemos poner en alerta para evitar errores que más adelanten nos puedan afectar. Entre mas sea la atracción mas cuidado debe tener, y actuar con mayor rapidez para que después no sea tarde. Ya enamorado todo se justifica, el amor hace ver lo imperfecto bello, los errores son bondades, etc.

Quiero que sepa que el problema de la envidia no es la misma envidia, es todo lo que deriva a partir de allí: La forma de ver la vida, la energía que proyecta como persona, etc.

Que se gana usted de estar con un ser "maravilloso en la actualidad" si su mundo interno fue o ha sido -usted no lo sabe- un mar de rencores, resentimientos, falta de perdón. Todo lo anterior lo genera la envidia.

No dude usted que esa persona, con la cual se siente a plenitud en este momento, tarde que temprano mas adelante será una víctima de todas sus frustraciones acumuladas, y no resueltas, desde su infancia.

Nunca crea en las historias de infancia perfectas, en todas existen sobresaltos. Aquel o aquella que trate de vender una imagen que su infancia fue un jardín de rosas, dude de inmediato, y enfoque su atención en observar como su vida presente es todo apariencia y fachada, que raya con el contexto de la realidad.

Nota: Sólo existe una forma para aprender sobre temas de amor, es: A punta de garrotazos y errores. El autor de este ensayo es consciente y acepta que sus recomendaciones son mas una sentencia para el recuerdo. Así somos los seres humanos, y punto, nunca aprendemos del escarnio del otro.

2- Adolescencia:

Entrar en esta etapa del crecimiento, donde caben tantos cambios del individuo como persona, se hace mas complejo explicar el contenido de la conducta. En el caso que nos ocupa, la envidia, debemos auscultar con detenimiento en saber si el origen de la conducta se presentó en primera instancia en la etapa de la infancia o es una conducta adquirida dentro del grupo social (colegio, grupo de amigos, etc.).

Muchas veces nuestro mejor amigo(a) sin darnos cuenta influye de manera decidida en muchos aspectos de nuestra personalidad. Las mujeres en la etapa de la pubertad generan lazos de hermandad muy fuertes entre su grupo de amigas, son círculos cerrados y excluyentes, donde todas crean unas reglas inconscientes y concientes, para:

  • Forma de vestir
  • Forma de hablar
  • Como se comunican entre ellas
  • Como divertirse
  • Que lugares visitan

Todos estos detalles que parecen irrelevantes y sin trascendencia, en un comienzo, son de carácter decisorio a la hora de fortalecer el libre desarrollo de la personalidad del individuo. Aunque no parezca todas estás conductas de tribu, donde las decisiones se toman por influencia de una líder, y aquella que discrepe es separada de la manada, influye en el comportamiento y estado de ánimo de la afectada. Esto hace que, muchas veces por miedo a ser rechazadas doblegan su interés personal por el interés general de la tribu.

La nena que era tierna, dulce, que siempre actuaba sin egoísmos ni prevenciones, ahora se ha transformado en una lolita: Que todo lo calcula, envidiosa y llena de rencores frente a los demás. Las envidias entre mujeres siempre han existido, y van a existir, lo importante es conocer en que etapa del desarrollo del ser humano se fraguó la conducta.

Tanto hombres como mujeres podemos tener toda clase de errores, no somos seres perfectos, si estamos en este mundo es por algo: Evolucionando, creciendo y aprendiendo de nuestras propias falencias. Pero la envidia es la madre de todos los defectos:

  • Destruye sentimientos
  • Lacera el alma
  • Cierra camino de nuevas oportunidades
  • Genera ansiedad
  • Crea rencores
  • Impide ofrecer perdón al otro

Déjeme decirle, la envidia es igual a un cáncer terminal, carcome nuestra vida sin darnos cuenta. Una persona envidiosa jamás tendrá oportunidad de sentir estados de felicidad plenos. Le podrá dar ataques de felicidad, efímeros y ruines, cuando ve a sus semejantes sentir la derrota, el dolor, etc.

Cuando la envidia aflora en la etapa de la adolescencia, el tema es igual de delicado como si se diera en la infancia. Recordemos que en este tránsito de la vida es cuando el individuo genera sus propios patrones de conducta, que serán los mismos que servirán de guía para el resto de su existencia.

Si usted está interesado de verdad en brindarse la oportunidad de conocer una mujer para construir una relación afectiva seria, proyectándose los dos juntos. No dude un instante en conocer bien como ha sido el desarrollo de su vida, en todas sus facetas. Si a usted le encanta esa nena, le mueve el piso, pero detecta que es una chica que:

  • A toda hora está criticando
  • Siempre compara a las demás mujeres con ella
  • Sus comentarios de género, en más de una ocasión, son despectivos
  • Ella es la niña buena, la mejor, las demás son unas putas perras
  • Todas las amigas del novio son unas grillas, bandidas, etc.
  • Le gusta llamar la atención mostrándose casi siempre como la victima
  • Cada rato se queja, se lamenta de no poder tener lo que otras chicas tienen
  • Le encanta hablar de sus otras amigas unas veces súper bien, y en otras las destroza con sus comentarios
  • A toda hora está pensando en comprarse algo que tiene una "amiga"

Si esta es la clase de mujer que quiere conocer o tiene a su lado en estos momentos, permítame decirle que es una Arpía de mujer que tarde que temprano se lo va a devorar.

Una mujer nunca le va a decir o reconocer que ella es envidiosa. Recuerde esta frase: " Por sus actos conoceréis a los hombres ", creo que es suficiente el comentario para lo que se quiere decir. Repito, hay muchos defectos pero la envidia es el peor de todos.

Por lo general todas las conductas descritas, en la última lista que se anuncia, se adquieren precisamente en la etapa de la adolescencia. Esperamos que todos estos detalles, reveladores por demás, sirvan de alguna manera para advertir, y asumir mejor, un criterio conceptual frente a esa persona que comparte su espacio.

La mujer es por esencia un ser muy astuto, sabe diseñar con cuidado la mejor forma de ocultar sus debilidades y carencias. Tenga cuidado a la hora de toparse con este prototipo de féminas. Se imagina usted una mujer celosa, interesada y fuera de eso envidiosa. No se sorprenda hay muchas sueltas en la calle haciendo de las suyas.

Si usted de verdad desea ayudarle a una persona de estas características, prepárese para enfrentarla, tienen en sus labios todas las justificaciones para decir que ellas no son así. Si va actuar, hágalo con decisión y firmeza, de frente y sin miedo. Evite usar adjetivos que puedan descontextualizar la idea que se quiere transmitir, en otras palabras: Déjese de rodeos insulsos y estúpidos.

Si desea actúe así:

  • Confróntela y choque con firmeza, siempre que observe una conducta de esta índole. Los débiles de hoy son los sumisos y esclavos del mañana de ellas.
  • Hágale saber lo dañino que es para la relación la forma de ella comportarse
  • Agárrese los pantalones y hágale saber que la estabilidad de la relación entra a un estado de condición: O cambia su actitud o todo se termina
  • Siempre que flote en el ambiente una conducta envidiosa, repróchela. Con esta clase de mujerzuelas no debe haber términos medios

Aclaración: Si el interés suyo es disfrutar, por un periodo corto, los placeres que ella le brinda, haga caso omiso a todo lo que ha leído aquí, y siga disfrutando que para eso están echas estas nenas.

3- Edad Adulta:

Nadie adquiere la conducta de la envidia en esta etapa de la vida, la persona que se muestra envidiosa arrastra de su pasado su conducta mañosa y torcida. A estas alturas de la vida uno es el reflejo de lo que sembró y cultivo en el ayer.

No podemos negar que el hombre por esa ansiedad que representa y genera el deseo de la carne (placer sexual), cierra los ojos para tolerar esta clase de mujeres, con tal de tenerla en sus brazos. Error: Tarde que temprano pasa la adicción del placer, y el cazador parte en silencio sin dejar huella en su camino....

Las mujeres de hoy se quejan de lo efímeras y accidentales que son sus relaciones afectivas con los hombres. No se han percatado que el cerebro del varón va por un lado y el pene va por el otro. Ante tanta oferta que hay, en el mercado de las féminas, para el falo del macho, el cerebro del hombre se ha atrofiado y en contadas excepciones: Se ha vuelto excluyente y selectivo, eligiendo mujeres que se puedan ajustar a la realidad de la vida en un contexto de honestidad y transparencia en sus actos y forma de pensar, siendo consecuentes en todo, no importa sus errores.

Una mujer que destile envidia jamás podrá soñar estar al lado de un buen hombre que le pueda brindar estabilidad afectiva y emocional. Si logra engañarlo, muy posible, algún día la abandona, no le quepa la menor duda.