No quise hacer daño

Me enteré que estás enojado(a), desde hace días te veía raro, y la verdad no tenía idea que sucedía. Me di a la tarea de averiguar y me enteré que estás súper dolido(a) por los comentarios que hice sobre ti.

No quiero reclamarte, pero me sorprende que no hayas tenido el valor de hacérmelo saber. Nuestra amistad es muy fuerte como para dejarnos llenar la cabeza de rencores. Sin condición alguna acepto mi error, no cabe hacer ningún comentario al respecto. Pero, si debo dejar en claro que no quise hacer daño.

Deseo que me des la oportunidad de explicarte bien que ocurrió y como fueron la cosas, para que no haya duda de mis actos. Perdóname de verdad, y déjate ver para darte un fuerte abrazo.