Una amiga me esta robando mi hombre

De boba, una noche que estaba conectada en el Chat le presenté a una amiga mía una persona que me ha gustado cantidades desde hace rato. Claro como buen hombre que es, mas se demoró en aceptarla en sus contactos para después contactarla. Ahora resulta que los dos se han vuelto excelentes amigos, según mi amiga por los comentarios que me ha hecho. Definitivamente uno no puede confiar en nadie, cuando uno menos piensa salta la liebre, y lo dejan a uno tirado en la mitad del camino. Reclamarle a él, ni loca, no tenemos nada, sólo nos estábamos conociendo. ¿Que opción me queda para recuperar la atención de mi amigo para que se fije mas en mi que en mi amiga? , estoy algo confundida, tampoco puedo reclamarle a mi amiga, ella no tiene la culpa que él la busque y la esté llamando a saludar. Dice que sólo se ha limitado a responderle las veces que la contacta por el Chat, y cuando la llama por teléfono siempre le pregunta por mi.

Respuesta

Poner la manos sobre el fuego a favor de su amiga para saber si sus intereses son nobles y leales, dudo que alguien sensato lo haría. No olvide usted como es el género femenino cuando de hombres se trata, ahí no existe amistad, nunca confíe en ninguna de sus amigas todas son potenciales rivales. Mire lo que le ha sucedido por estar de querida, eso sólo le ocurre a personas ingenuas.

Que esta vivencia le sirva de experiencia para jamás volver a cometer esta clase de errores. Tenga presente que los hombres cuando están de casería, conquistando nuevas féminas, son como una veleta al viento para donde se dirija la corriente de aire para allá van; donde exista el queso allá van a roer, y después de probar todos los sabores y variedades deciden con cual quedarse.

Su actitud debe ser pasiva, no haga nada por alborotar el avispero, si lo hace puede dar tema para que ellos dos hablen de usted, y así tener mas razones para dialogar y acentuar mas la amistad que ha surgido en medio de la complicidad misma por el tema que los une.

Este consejo es claro y contundente, para un buen entendedor pocas palabras bastan, actúe así:

  • - Omita toda clase de comentario, ignore el tema por completo cuando tenga oportunidad de hablar con cualquiera de los dos. Si alguno de sus dos amigos le preguntan algo por el otro(a), responda de manera desprevenida y amable sin dejar ningún asomo de enojo.

  • Procure no hacer comentarios de doble sentido, muéstrese normal como siempre. Esto evita que se pueda despertar el morbo para hablar del tema que tanto le preocupa usted, a los hombres les fascina sentir la disputa entre dos mujeres, para ellos es un orgasmo ver que dos doncellas se disputan su placer de tenerlo en sus brazos.

  • Si usted se conecta y lo ve en el Chat, no dude un instante en saludarlo, es una regla de simple cortesía, quien llega a un lugar debe ofrecer un saludo. No pierde nada hacerlo con amabilidad, eso dice mucho de usted.

  • Si se siente algo incomoda, y ve que no es capaz de controlar sus impulsos, mejor auséntese de la sala de Chat para evitar hacer burradas que se pueda lamentar mas adelante. Permita que pasen un par de días para que el enfado baje de intensidad.

  • Hágase buscar, deje que él sea quien la llame.

  • Nunca le vaya a tocar el tema de su amiga: Si han vuelto hablar, a conversar, etc.

Si nota que él se ha alejado y sigue hablando con su querida amiga, no hay nada que hacer, llegaran tiempos mejores en conocer otro hombre que verdaderamente si se muestre interesado en usted. Al menos de esta experiencia le queda el orgullo de no haber hecho el ridículo.

Quiero que tenga en cuenta lo siguiente: No es de descartar que después de un tiempo prudencial su amigo regrese de nuevo con las mismas ganas que mostró en un principio por conocerla a usted, las relaciones en Internet son en la mayoría de las veces muy efímeras. Por eso es bueno tener calma y esperar que sucede con su amiga y él.

No siempre las cosas son como uno cree que pueden ser, y menos cuando las relaciones surgen por la Web. A veces los elementos de juicio son muy pobres para entrar a tomar determinaciones puntuales.

Mucha suerte, y prudencia ante todo.