Como excitar a una mujer

Los hombres deben de aprender a saber, y lo peor que muchos sabiéndolo no lo aplican, eso es mas triste. La mujer tiene un ritmo muy diferente para subir a los grados de excitación, ella requiere de más tiempo. De ahí entonces que el hombre deba ser mas explorador de las diferentes zonas erógenas de su hembra.

Deje de ser egoísta, de pensar sólo en su excitación, lleve todo a la armonía, dándole la oportunidad a ella de alcanzar sus niveles. Eso de echar mano a la presa de una, y comérsela es propio de los hombres burdos sin ningún sentido de pasión. Tranquilo que nadie se la va a quitar, idiota. Nada de raro que estos primarios, enjutos estúpidos, después de eyacular (necesidad fisiológica solamente) se queden dormidos, cual foca marina en la playa, mientras su mujer vive y siente frustración, por culpa de ese mequetrefe, cual mueble viejo que, no sirve para nada.

Los hombres son una partida, cuerda de habladores de mierda, para especular y fantasías sexuales en sus mentes están solos, nadie los sigue, y va uno a ver, y son todo un desastre en la cama. Si aplicaran el 10 % de las bobadas que hablan, serían los mejores, pero es puro cuento.

Son escasos los machos que saben propiciar estados de sensualidad altos a sus hembras, cuando las tocan. Lo que si pululan son babosos que parecen más marranos, cerdos llenos de torpeza absoluta, ellos creen y juran que entre más rápido se acaricie una mujer, desplegando velocidades de la artillería con sus dedos mágicos, todo va de perlas. Falos de toda falsedad, la cuestión no es de maestría en la velocidad y menos en la fuerza torpe que suministra a su hembra. Todo es cuestión de sutileza, en saber descubrir primero sus diferentes puntos, estratégicos de sensualidad, cosa que no es de una a primeras, hay que saberlos descubrir, saber llegar a ellos. Esta labor puede tardar, en veces mucho tiempo, no es fácil.

Toda acaricia tiene sus propias estrategias, que hay que saber emprender definiendo claramente primero el estado en que se encuentre la mujer. A veces lento, otras más rápido, unas veces suave otras más fuerte, etc. Todo depende el grado de excitación, eso se va decantando sobre la marcha, observando: El grado de agitación, el nivel de flujo, lo dilatado que se encuentre su concha, galleta, vagina, periquita, chimba, cuca, panocha, arepa, chucha, raja, fisura, etc.

Cuando se encuentre en estas faenas libidinosas, procure no perder de vista los gestos de su cara, sus movimientos sutiles del cuerpo, cualquier señal de estas le puede ayudar a usted detectar un cambio de estrategia en sus acaricias. No olvide también estar hablándole a su hembra a medida que va desplegando su actividad febril con las manos. No ahorre esfuerzo, esto reafirma el grado de excitación en ella, los seres humanos somos auditivos, y mas la mujeres.

En esta campaña campal, no le diga frases románticas, llenas de ternura de peluche, usted ahora es un macho, varón devorando su presa, déjese de maricadas de niño tierno, dígale cosas fuertes, con tono de macho, firme en sus expresiones.

Las frases de morbo que le diga deben ser acordes con lo que está emprendiendo, usted mismo mida el nivel de tolerancia de ella al escucharlas, mire sus gestos, si ella se queda en silencio y usted ve que se está excitando mas, no dude en aumentar el calibre de su morbo, no sienta miedo, idiota. Jamás vaya a cometer la estupidez de entrar a preguntarle de que como se siente, pendejo. Sea sutil y mire mejor, y saque sus propias conclusiones, torpe.

Aprendan pendejos que no le voy a durar toda la vida.... después no digan por que se aburren con ustedes.