Decide yo espero

Hola,

Los días van pasando y tu imagen se me pierde, todo se desvanece pero, mi voluntad sigue firme e indeclinable como el roble en la llanura.

Me siento atado, nada puedo hacer, solo me toca esperar con paciencia franciscana tus sabias decisiones. Debo aceptar el transito de impotencia que vive mi alma, todo está en tus manos.

El tiempo está detenido, mi mente vaga de un lado a otro sin cesar esperando la sentencia del tribunal de tu conciencia.

De mí debes aceptar que solo quiero comenzar, déjame caminar que quiero correr y volar. Por ahora mientras tanto, te deseo un feliz y tierno día.

Te sigo extrañando.

Bye