El matrimonio acaba el amor

Porqué uno escucha decir que lo peor que le puede pasar al amor es el matrimonio. ¿Es cierto?, ¿será que en muchos matrimonios actuales el amor no existe?

Respuesta

El amor es un sentimiento que se debe cultivar a nivel interno de cada ser humano; cuando los momentos de felicidad de cada uno de nosotros se soportan en uno mismo, no hay riesgos para amar a un tercero. Sin embargo, esto casi nunca se cumple por lo general (en occidente) siempre sustentamos nuestra felicidad en los demás. Sino aprendemos a querernos a nosotros mismos, es imposible amar y ofrecer amor.

Es por eso que muchas relaciones de pareja (matrimonios) aún sin haber terminado la fiesta de boda las desavenencias asoman con prontitud para dar comienzo a una etapa donde las diferencias son el verbo rector. Sin duda afloran una serie de intereses, que no tienen otro propósito que entrar a demarcar los linderos de poder de cada uno dentro de la relación.

Cuando el amor se convierte en un objetivo y no en un medio para ayudar a construir una vida en común en pareja, decimos entones, que: El amor entra por la ventana y sale por la puerta grande de la casa, cuando uno menos piensa...

Ahora bien, ese amor tórrido, pasional, "amores malditos", nunca han terminado en matrimonio. Basta revisar la mitología, la historia para percatarnos que Afrodita, Romeo y Julieta, el Conde Drácula, la misma Manuelita de Bolívar, y muchas tantas otras historias que conocemos, nunca han terminaron en los altares, sellando un vínculo matrimonial. Decir entonces que el amor está oreado de una tragedia no es descabellado, y menos el amor en la cultura occidental, que es un amor al deseo..., un amor posesivo.

En este contexto, cuando el amor es un deseo..., el deseo es el objetivo, el matrimonio es la meta. Cabe afirmar, sin asomo de ambigüedad alguna, que lo peor que le puede suceder al amor es el matrimonio. Esta clase de concepción de lo que significa AMOR requiere de estadios de tragedia, de vértigo permanente en la relación, de vaivenes intempestivos a toda hora con el fin de mantener los ánimos alebrestados para sentir placer.

Es por eso que los grandes amores en la cultura occidental están bordados con traición, falta de respeto, depresión, etc. La sana convivencia, la vida tranquila en pareja es sinónimo de monotonía. Para sentir pasión (amor), locura orgásmica es indispensable los tintes de tragedia en la relación. De lo contrario todo termina en una relación de amigos y compadres.

Los tiempos no cambian, igual que en la mitología y en la historia el AMOR, como lo tenemos concebido, es una tragedia para que perdure en el tiempo, lo demás son exposiciones livianas que se hacen.