El orgasmo sexual es mental

Los orgasmos del sexo está en el cerebro:

El hombre que logre abrir las puertas del cerebro, explorando con su voz, con su tacto, tiene mujer para el resto de su vida, aún si la relación termina por cualquier circunstancia. Lograr estos umbrales, es llegar al cielo, es descubrir el Eros en su máxima expresión. No es una labor fácil de alcanzar, se requiere de muchos momentos previos, de muchas exploraciones, de ser muy perceptivo, de ser muy atrevido, audaz.

Primero se requiere ser un hombre muy seguro, no apto para aprendices, y menos para estúpidos con ínfulas de ser buenos amantes. El cerebro guarda infinitas terminales nerviosas que son las que definen y demarcan con claridad meridiana el comportamiento sexual del ser humano. Por decirlo de una manera, en el cerebro está el mando central de todos los órganos sexuales, incluyendo sus zonas erógenas.

El único medio conductor para llegar a esta caja de sorpresas es explorando a través de los cinco sentidos, esto quiere decir: Ofrecer placer abordando los cinco sentidos, no sólo es cuestión del tacto, es involucrar más elementos.

De ahí entonces que en más de una ocasión escuchemos decir que el alivio de la conscupicencia se logre sin necesidad de penetración, en otras palabras lograr llegar al orgasmo mental, propio de maestros en culturas orientales, sabios que han sabido conducir su energía sexual, trasmutándola de otra manera con resultados que rayan con la divinidad, sentir la esencia de Dios a través del sexo. De ahí entonces que en diversas culturas (la roma antigua) el falo tenía una representación iconográfica, de adoración para el.