La infidelidad en el hombre y la mujer

Mucho se habla de los hombres infieles, pero poco se dice de las mujeres que actúan de esta misma manera. Desde la óptica de la mujer, casi siempre se toma esta conducta sin hacer distingo de género, para ellas el hombre y la mujer en este aspecto, de comportamiento, ambos son iguales. Si bien la actividad - estar con otra persona - es la misma, la intención afectiva es diferente.

Aquí detallo algunas DIFERENCIAS para que se comprenda mejor el meollo del asunto:

- La mayoría de las mujeres que buscan acercarse a otro hombre, teniendo una relación estable, por lo general lo hacen porque no se sienten satisfechas con su pareja en uno o en varios aspectos:

  1. Fallas en la relación sexual
  2. Aburrida del nivel de ingresos de su pareja
  3. Los roles que cada uno desarrolla en el vínculo
  4. El trato que recibe

La búsqueda - infidelidad - se basa en una carencia. Estas mujeres intentan obtener algo que les falta o que le gustaría mucho vivenciar con su compañero actual. Al no tenerlo él, se aventuran en llenar este vacío en brazos de otro hombre. El sexo sólo es un medio para alcanzar su propósito, no es el fin. En el hombre ocurre totalmente lo contrario, el sexo es el fin, no es el medio. Obvio, hay casos de casos, donde los sentimientos se involucran de manera decidida.

Por el contrario, muchísimos hombres que tienen una aventura lo hacen por cumplir alguna fantasía o porque es su manera de ver la vida, sin que esto influya, necesariamente, en el concepto de pareja o de familia que tengan y que desean construir.

- Las mujeres infieles tienen la idea (sueñan) de que su amante puede llegar a convertirse en su futura pareja, en algún momento, si las cosas prosperan y si, llegada la ocasión, logran deshacerse de su relación actual. Los hombres no suelen planificar ni desear nada parecido, piensan más en disfrutar el momento y a no proyectarse hacia el futuro.

- La mujer involucra sentimientos. El hombre vive de las emociones transitorias, pasa el momento y toda su vida vuelve a estar igual. La mujer después de una aventura se queda maquinando en su mente mil opciones, mil pensamientos, etc.

- Para la mujer el sexo y el amor van ligados de alguna manera. Muchas dicen que es sólo una aventura, pero si ese desliz se prolonga en el tiempo, creo que, de manera inexorable, los sentimientos comenzarán a entremezclarse. La disociación entre sexo y amor de la que se "acusaba" a los hombres antaño sigue existiendo y resultándoles más sencilla de aplicar a ellos. La mujer aún no ha podido separar estos dos conceptos, muchas lo han intentado hacer con ínfulas de sentirse ellas mismas realizadas, pero igual terminan: Involucradas afectivamente, o sumidas en depresión por haber permitido que su cuerpo fuera usado para el placer exclusivo del sexo.

- Las mujeres que han sido infieles sienten mucha culpa por lo que están haciendo a sus parejas y a sus familias, y es el motor de muchas de las actitudes que toman en sus respectivos hogares. En el caso de los hombres, no todos se sienten en falta, más bien, hay una gran variedad de emociones que les surgen, que nada tienen que ver con el sentir culpabilidad. El hombre siente culpa, de verdad, cuando es descubierto por su pareja. Mientras nada ocurra siente mas placer en no ser descubierto, para él - la infidelidad - es cuestión de adrenalina.

- Sea quien fuera el miembro de la pareja que está siendo infiel, es importante tener en cuenta que vivir una doble vida y mentir nunca es saludable... La sinceridad de lo que sucede internamente (obviando detalles dolorosos) es siempre la mejor opción.

Muchos hombres comienzan relaciones estables con otra pareja a partir de relaciones esporádicas, aventuras ocasionales. Su mundo interior se vuelve un infierno, por mucho que intenten aparentar lo contrario. Consejo: Lo mejor es tomar decisiones, y no seguir con doble vida, tarde que temprano el cerebro en los planos de los afectos no soporta la presión, termina afectando otros aspectos de su vida.