La primera vez que me senti mujer

Hola Mario:

No te puedo ocultar que desde pequeña he sido muy traviesa, de niña jugaba con mis amigas, y entre nosotras nos tocábamos súper rico, muchas veces nos besamos para aprender que se sentía.

Recuerdo una vez que una vecina, que vivía cerca de mi casa, me invito a pasar un fin de semana en su finca, con sus padres. Al llegar la noche, nos fuimos a dormir, cada una en su cama, de un momento a otro la nena me dijo que sentía mucho frío, y sin mediar mas palabras se pasó para mi cama, abrigándose debajo de mis cobijas de lana virgen.

Sin duda sentí el calor de su piel, hablamos largo rato hasta que me quedé dormida, de un momento a otro, creyendo que era un sueño, sentí sobre mi espalada los brazos que lentamente me acariciaban, los flagelos de los besos más hermosos, mas tiernos, mas dulces.

Fue tanta la felicidad que sentí que mis ojos se despertaron para razonar lo que vivía en ese delicioso momento.

Sorpresa la mía, cuando pude ver la mirada de mi amiga, diciéndome con su voz lenta y pausada: Me fascinas, déjame sentir tu piel, acariciar tu cuerpo, descubrir tus encantos, sentir tus labios en mi boca.

.... Nuestras piernas se entrelazaron, lo demás te lo dejo a tu imaginación. Fue la primera vez que me sentí mujer.

Ahora ya ella es una mujer casada, con su esposo, pero nunca olvidaré mi primera aventura, la primera vez que me mordieron mis pezones que apenas florecían, en capullos reventones.

Mario, me encantaría vivir otra experiencia así, ojala compartirla contigo.

Besos

Juanita Molina L.