Los matrimonios fracasan por

Errores que se cometen y nunca se aprende

Serán muchas las razones individuales que podrán existir que motivan un rompimiento de pareja. Sin embargo, no es difícil descubrir episodios que se repiten una y otra vez en muchos matrimonios volviéndose una constante, hago referencia a la percepción diferente que se tiene entre el hombre y la mujer de lo que significa el matrimonio.

Con esto quiero decir que, al no tener una identidad clara de lo que cada uno espera dentro del matrimonio es imposible que el resultado sea algo productivo para ambos. Mientras el matrimonio o cualquier otra relación de pareja -heterosexual- se sustente en el principio del amor estamos muertos.

Acepto que la motivación para formar un hogar sea el amor (vale todas las definiciones que usted le quiera dar a la palabra amor), pero una cosa es la motivación (estar enamorado) para dar el paso al frente y tomar la decisión, y otra es decir que el amor es el soporte vital para la permanencia en el tiempo de lo que es el matrimonio.

Lo menos relevante para edificar, construir una relación sana en pareja es el amor, esa sensación que usted siente es muy efímera, con el paso de los meses ni siquiera años, se diluye.

Desafortunadamente, debemos aceptar que, en la mayoría de la veces las decisiones de matrimonio (o de unión libre) se toman en estados mentales que rayan con la cordura (por no decir locura, aunque sería mas sensato), una decisión de tanta relevancia para el futuro de ambos debe ser asumida con la mejor claridad mental y no en momentos de ataques de amor.

Duele decirlo pero, muchas personas deciden cambiar su estado civil de solteros con disímiles intereses y opuestos entre ellos. Con esto quiero decir que los dos están convencidos que fue el amor y la "comprensión" los factores mas importantes que los motivaron para emprender un proyecto de vida juntos. Cuando la verdad oculta es otra, para casarse o irse a vivir juntos, lo hacen:

  • Para mejorar su status social
  • Para mejorar su parte económica
  • Para resolver problemas intrafamiliares
  • Por la atracción física del deseo
  • Por soledad
  • Por deficiencia en la estima
  • Por la edad
  • Por ganas enfermizas de tener un hijo
  • Por preferir ser divorciada a ser solterona

Todas las citaciones anteriores se enmascaran con el disfraz del amor, pero es una total mentira. Si fuéramos más honestos con nosotros mismos, y reconociéramos la verdadera intención que nos motiva a compartir nuestras vidas con esa otra persona, seguro que esa unión tendría más futuro. Por eso las relaciones matrimoniales son y serán siendo todo un fracaso.

El sólo hecho de enfrentar este tema aquí produce tristeza al autor, ver hijos frutos de un circo sufriendo por culpa de dos irresponsables payasos es lamentable. Si el matrimonio fuera un simple riesgo de divorcio, vaya y venga, sería lo de menos. El problema son los hijos que nacen y quedan para el resto de la vida. Cuando se era soltero (a) sólo existía un problema individual, ahora son tres en uno.

Si el matrimonio como institución organizacional se observara como un emprendimiento empresarial, evaluando diferentes matrices, al menos una de ellas: Fortalezas - Debilidades, Oportunidades - Amenazas que se pueden presentar en una relación matrimonial, los resultados serían diferentes para tomar una decisión. Pero no, usamos mas fácil el pene y el interés del dinero que la razón, esa es la realidad de las cosas.

Obvio, la culpa de todo lo que sucede es por la misma ignorancia en toda su expresión, y fuera de eso la mediocridad que nos invade, y después nos quejamos de lo lamentable que son nuestras vidas, cuando somos nosotros mismos los culpables de todas nuestras decisiones.

Después de uno ver la fauna de los matrimonios existentes uno puede concluir tranquilamente diciendo: Lo mejor para matar el amor es el matrimonio. Con esta afirmación no quiero develarme como el Templario que blande la espada contra el matrimonio, sino por la concepción torcida que se tiene para llegar a el.

Si aprendiéramos amar los defectos del otro, a no ser tolerantes - tolerar es aguantar, después se estalla y es peor - sino "aceptar" la realidad de como es el hombre y la mujer como género, no de manera individual. Estoy seguro que el camino al andar sería mucho mejor.

Desde que nacemos nos dicen que debemos de ser tolerantes, lo habíamos citado de manera tangencial en líneas anteriores. En los púlpitos los vendedores de ilusiones nos gritan mil veces que una de la razones para que el matrimonio y las relaciones de pareja perduren en el tiempo es la tolerancia. Por Dios, si tolerar es: Dejar pasar, aguantar, hacernos los estúpidos ante la realidad de la cosas, sin duda es lo mas degradante para el ser humano, tener que asumir esta clase de actitud frente a la vida, frente a nuestra pareja. Comportarnos de esta manera es propio de los apocados, mequetrefes, mentecatos, etc.

Es inaceptable poder comprender este yugo frustrante que lo único que hace es castrar, limitar, subyugar la voluntad del sentimiento del ser humano a los estrados mas bajos de la estima. La tolerancia no edifica, no construye, sólo sirve como generador de frustraciones que se van acumulando con el pasar del tiempo.

Los peores consejeros para temas de pareja, son los curas y las madres, todos sus pensamientos sobre el amor son torcidos y llenos de conductas viciosas, llenas de pasión y posesión. El único verdadero tutor, orientador de sus actos debe ser su conciencia - razón, no importa si comete errores, usted no es un producto terminado vino a este mundo fue a aprender de sus propios errores.

Antes de escuchar la voz de una madre o de un cura, pastor de garaje, etc., tenga mejor la osadía de escuchar la esencia de su ser en silencio. La idea es que usted sea sincero con usted mismo, no someta a terceros su toma de decisiones y menos en el amor. Recuerde el amor es tan complejo como la misma existencia del ser humano.

No crea en la felicidad del matrimonio, la felicidad no existe eso es una payasada que nos venden ilusos oradores de calle para insertarnos en alguna tribu de fe y así manipular la conciencia del ser humano, para luego someternos a sostener su divino altar ($$$). Todos los temas que tratan estos orates están encaminados a un sólo propósito, a descubrir su debilidad para hacerlo su esclavo al servicio del altar de él.

Mejor le propongo a usted que en vez de invocar la palabra tolerancia, en todos sus actos de vida, hablemos de la palabra ACEPTAR. Es mucho mas sano y genera mayor tranquilidad mental para poder enfrentar la vida sin sentir acosos de culpa interna en nuestro ser.

  • Aceptar es sinónimo de: Comprender, entender.
  • Tolerar es sinónimo de: Aguantar, sufrir, soportar, permitir, etc.

En la palabra aceptar hay "consentimiento de la voluntad" de la persona, en la tolerancia no. En las relaciones de pareja no se debe permitir actos de tolerancia como un elemento que sirva como soporte de la estructura de un matrimonio, un noviazgo, etc. Aquí está el meollo de toda esta disertación.

Invocar el concepto de tolerancia es propio de los perdedores, de los esbirros. Es el mayor generador de frustraciones y enfermedades, el ser humano sano mentalmente no está acondicionado para comportarse de esta manera (aguantar, aguantar, aguantar).

Esta posición de la tolerancia es una corriente griega de la antigüedad, fraguada y proyectada por los Estoicos: "Abstente, sufre y serás feliz ", que estupidez.... Luego recogida por los cristianos con el fin de hacerla suya. Esta estrategia ha funcionado por centurias, para vender ilusiones a los desesperanzados, aquellos incapaces que no han podido entender que la vida es un camino de dificultades donde debemos aprender a florecer en medio de la adversidad, es aquí donde podemos encontrar momentos de felicidad.

Mientras el ser humano no ACEPTE, comprenda, asuma, esta realidad; que la vida, el matrimonio y todo esta cubierto por dificultades, nunca podrá disfrutar el significado que guarda esta palabra como un generador de oportunidades.

En la tolerancia no cabe esta oportunidad de crear caminos de cambios y transformaciones en nuestras relaciones de pareja, sólo cabe es la resignación, el aguante.

Por eso es importante aprender primero a enamorarnos de los errores de nuestra pareja, antes que ilusionarnos por sus fortaleza (recuerde la matriz), es mas importante aceptar sus debilidades (recuerde la matriz), comprenderlas. No olvide que, cuando hablamos de aceptar estamos expresando un consentimiento de nuestra voluntad con plena libertad. En la tolerancia no cabe esta interpretación, sólo hay espacio para el sufrimiento estoico.

Elija, ahora, que quiere en su vida personal y de pareja...

Éxitos