Mi novio enfermo sexual

Consulta: Creo que me estoy volviendo igual de loca a mi novio, me somete a una cantidad de barbaridades que ya ni se que pensar, y lo peor me está comenzando a gustar, sus locuras me excitan, pero también me confronto conmigo misma, si es correcto lo que hago con él.

Comentario:

  • Unas veces me amarra, me venda los ojos, etc.
  • Cuando estoy entrando en mi orgasmo me pega
  • Otras veces me arrastra por el piso como un trapeador
  • Ella: 25 años El: 38 años
  • Clase de relación: Llevamos 7 meses juntos
  • Calidad de la relación: Impredecible, una veces bien otras mal, soy muy celosa

Respuesta:

Es muy curiosa su exposición se queja, pero lo disfruta (broma). Ojalá las inquietudes de pareja fueran siempre como las que usted anota, sin duda las relaciones afectivas serían mucho mas divertidas y placenteras.

Conceptos generales:

Es importante saber que en el sexo todo se vale, siempre y cuando:

  • Exista libertad en la toma de decisiones
  • No lastime el cuerpo
  • No infrinja los principios del individuo
  • No incurrir en actividad de zoofilia

A la fecha no existe un manual de comportamiento que haga referencia en la forma y manera como se debe de asumir la actividad sexual de los individuos. En este orden de ideas se comprende entonces que todo lo que no esta prohibido está permitido, así de simple.

El sexo es la máxima expresión del individuo en el desarrollo de su personalidad, libre y espontánea sin ninguna atadura que invite a fijar rótulos mentales que limiten su actuar. El sexo debe asumirse con total libertad sin ninguna clase de complejos moralistas que puedan llevarnos a crear fijaciones de castración mental. Entre mas morbo y deprave en la intimidad, mas posibilidades hay de liberar el cuerpo y el alma de las angustias y miedos que nos pueden acompañar en nuestro diario vivir.

La actividad erótica en pareja debe estar siempre acompañada en crear espacios de complicidad, nunca coartando la libertad del otro:

  • Sometimiento obligado
  • Chantaje
  • Constreñimiento
  • Cualquier acto que produzca enajenación mental, pérdida de la conciencia

Los momentos de placer sexual entre un hombre y una mujer se deben brindar siempre en igualdad de condiciones

Mujer erótica

No sienta miedo ni desarrolle sentimientos de culpa, y menos cuando está descubriendo nuevas formas de obtener placer sexual. A veces las conductas estereotipadas nos invitan a creer que esa es la única forma de hacer las cosas. El éxito del placer que usted está sintiendo, en la relación sexual, se debe precisamente a la oportunidad que se brindó de romper los formalismos que tenía en su mente.

Cuando el sexo se emprende, de igual forma, como si fuera una receta de cocina, es cuando entramos a los campos de la monotonía, cuando actuamos de forma diferente se vuelve una exploración constante de nuevas oportunidades y sensaciones, no hay lugar a la rutina. Una mujer satisfecha en el placer de la libido es una mujer que vive en armonía con ella misma, su mundo complejo se torna mas amable, mas tranquilo.

- Si los medios que se utilizan en la relación sexual no rayan con lo expuesto en anteriores líneas, mas bien dedíquese a disfrutar y a brindarse nuevas oportunidades para descubrir en pareja otras sensaciones, a través de:

  • Juegos eróticos
  • Kit de juguetes
  • Crear mas aventuras
  • Ser cómplices de las fantasías sexuales, pero en pareja
  • Diálogos morbosos, frases groseras

Usted como mujer debe agradecer que encontró un hombre salvaje que la hace sentir la mejor ramera, otros hombres prefieren elegir para sus aventuras morbosas a otras doncellas. Lo único que usted debe controlar ahora son el manejo de sus celos, mientras él la esté "acosando", "atacando", sexualmente de la forma como lo hace, usted es la reina del altar de sus deseos.

No pierda el tiempo en desgastar sus energías con actitudes mezquinas (celos) que pueden afectar la relación de los dos. Encontrar un nuevo hombre de este talante sexual lo veo bien complicado, no es fácil, y menos para mujeres posesivas como usted, que disfrutan ser sometidas por la fuerza de la pasión de un macho.