Mucho de mi

Hola preciosa,

He recibido con estupor tus acaloradas líneas, dejan entrever un ánimo bilioso y revanchista frente a errores que he cometido. No tiene sentido acolitar tus frases respondiéndote en igual proporción, con predicados y sujetos destemplados que sólo hacen enturbiar las aguas que bien turbulentas están por estos días.

Con esta oportunidad que me das en respuesta a tu carta anterior, quiero decirte en primera medida en ningún momento actuaré con conceptos genéricos, seré claro y concreto, por sanidad del tema.

Es cierto que he estado con otras mujeres, yo nunca te lo he negado, pero quiero que sepas que a la única que amo es a ti. Tú bien lo sabes, son aventuras no más, nada tiene trascendencia. Es tanto así que yo nunca, en este tiempo que hemos estado juntos, me he separado de ti, por el contrario siempre te quiero más. Si yo no te quisiera ya hubiera partido buscado otros horizontes, otras maneras de ser.

Niña, cuando he salido con otra mujer mi amor se reafirma en ti y por eso siempre sigo a tu lado. Es tan alto el valor que te tengo que jamás se me ha pasado por la mente dejarte por otra. Mis aventuras no son lesivas ni pretenden destruir lo nuestro, sólo míralas en ese contexto, no busques razones donde no las hay.

Lo que más me duele de todo esto, es ver como tus amigas gozan contándote. Me imagino el placer que sienten. ¡Qué lealtad!, dirán ellas, pero en el fondo lo que quieren es destruirnos, por pura y física envidia.

Amor, acógeme nuevamente. A tu lado es más fácil cambiar, que sólo y descarriado, no me dejes, te lo pido. No le demos gusto a los demás y mas bien continuemos superando estos impasses juntos.

Si me dejas entraré en un llanto inconsolable de nunca terminar, no seas tan dura, volvamos a intentarlo.

Te amo.

Tu novio