Mujer sexy

Como ya lo hemos tratado, con amplitud meridiana, en otros apartes de esta sección, para disfrutar visualmente a la mujer en el esplendor de su cuerpo, se hace necesario antes que todo, hacerla sentir hermosa con su cuerpo y que ella se sienta segura del mismo. Si este propósito no se cumple, el disfrute del erotismo visual, que tanto les encanta a los hombres, no se podrá llevar a cabo.

La mujer se podrá desnudar ante su pareja, con movimientos sensuales, pero si ella no se siente segura y a gusto con su cuerpo, jamás podrá trasmitir su sensualidad de hembra. El hombre no se excita por simple y llanamente ver a su mujer desnuda, a él lo transporta es los gestos, movimientos sensuales, provocadores que transmite su hembra. El hombre sabe y siente cuando se le finge, cuando los movimientos son impostados, es lo peor no se siente nada, sin embargo, por delicadeza con la mujer siempre le dice que esta preciosas, que súper excitante, cuando la verdad es otra, sólo frustración y desolación se siente en los terrenos de la batalla a enfrentar.

La mujer debe provocar a su macho, con sensualidad, muy coqueta, es parte de su esencia, otra cosa es que no le de la bendita gana de explotarlo. El hombre también debe ayudarla a que ella se sienta segura de su cuerpo, para que sienta confianza y seguridad sobre ella misma. Cuando este cometido se logra, será mucho más fácil soltarse y entregarse a los placeres de la libido. Obvio, este emprendimiento debe adelantarse con mesura, delicadeza y muchas expresiones de afecto. No es cuestión de un día para otro, como muchos hombres creen que debe ser. Esa maldita impaciencia, que todo sea ya, tampoco..., calma y tranquilidad, sin desesperos.

Las mujeres también deben poner de su parte, dejar de ser tan etiquetadas mentalmente, hacer a un lado sus temores e inseguridades. Los gestos, los libres movimientos sensuales de la mujer son el mejor camino para llevar a su hombre a los terrenos del descontrol en su libido, sus feromonas se tornan devoradoras. El hombre se excita visualmente, muchas veces más que la propia penetración.

Muchas mujeres y hombres creen que el orgasmo del hombre está en la eyaculación, tema este ya muy revaluado. El orgasmo del hombre se encuentra en el cerebro, la eyaculación es el resultado de la activación mental, fruto de todas las imágenes que él ha guardado en su disco duro, que le producen distintas emociones eróticas.

En la mujer ocurre algo igual, pero en un campo muy diferente al visual, para ella es el tacto, las caricias, toda sensación aquella que implique contacto físico, con las manos, con el roce de piel, etc. Es aquí donde ella construye su orgasmo.

Cuando hombres y mujeres aprendan a conocer las profundidades y sutilezas de las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos, las relaciones sexuales de pareja serán mucho mejor.

Es importante que ambos aborden estos temas, lo hablen de manera abierta y desprevenida, con el fin de emprender tener una mejor relación de pareja en los planos de lo íntimo. Vuélvanse cómplices de sus propias aventuras, rompan los paradigmas de lo que significa el sexo para ustedes, emprendan nuevas experiencias basadas en la exploración visual (hombre) y el tacto (mujer).

Jamás vuelvan hacer el amor con la luz apagada, y mucho menos dejar prendido el televisor (con o su volumen), evitar elementos distractores. Todas estas anotaciones, hacen que las relaciones de pareja se vuelvan rutinarias, y sólo para satisfacer necesidades orgánicas.