Nos quedamos juntos

Hola señora mia,

De la manera mas inesperada y fortuita nos encontramos, en una noche con reflejos de crepúsculos de estrellas donde en ese universo sólo éramos dos, tu y yo. Sin darnos cuenta nos cruzamos..., quizás sin detenernos.

Sin embargo lo que fue un accidente en un comienzo se fue transformando minuto a minuto en un dulce y sutil encuentro lleno de cosas íntimas que brotaban sin cesar de lo más profundo de nuestras almas.

Con paciencia infinita traté en todo momento de frenar mi ímpetu de hombre para escucharte con devoción, mi interés era sólo darte el mejor consejo y apoyo en ese instante de turbulencia. Por dentro me moría de las ganas de llegar a ese altar, pero no había espacio para expresar un sentimiento particular, primero eras tú.

Las horas se volvieron segundos, los instantes se transformaron en recuerdos imborrables, tus palabras tristes y algo confundidas tocaron mi corazón en la parte mas profunda de mí ser. En un momento quería abrazarte, sentir tus labios que tocaran los míos, y sin darnos cuenta que los dos nos entregáramos sin pedir nada a cambio. La razón no tenía espacio, sólo los sentimientos donde todo era luz.... Y un infinito amor por estar juntos.

Sin darme cuenta atónito presenciaba como me entregabas tu mano, y con locura pensaste en dejar caer tu cuerpo virginal sobre el mío, cubierta sólo con minúsculas telas de color blanco. Tanta belleza bordada con inmaculada transparencia me llevó a la reflexión, a la duda y por qué no a la incertidumbre.

Sentí un desbordante honor al tener un tesoro lleno de miedos para cuidarlo, fue un bálsamo que tocó mis sueños por tenerte. No me importa si esa noche nuestros cuerpos no se llenaron de calor mutuo del uno al otro, era tanta la felicidad y pasión que los espíritus de ambos se deslizaron entre sábanas para dormitar eternamente juntos.

Me hiciste muy feliz por un instante, gracias de todo corazón, me sentí hombre y tu señor... te sentí mi mujer.

Besos,

Bye