Para ver y observar culear

 
El deseo de ver y ser vistos es una forma de liberar las pasiones:

El mundo swinger es amplio y generoso en brindar diversas clases de oportunidades para satisfacer las angustias sexuales que tanto agobia al ser humano. Por discreta que sea una persona, siempre, guarda en su interior deseos implícitos de ver, observar.

Tanto los hombres como las mujeres son seres curiosos, abstraernos a esta clase de comportamientos es negar nuestra propia esencia. Otra cosa es que la sociedad nos obligue muchas veces a negarnos este inmenso placer que se siente cuando observamos algo que nos atrae.

El placer de ver culear, como otras personas realizan actividades sexuales de todo tipo lo podemos observar de manera tranquila en un club swinger, donde se reúnen parejas con el interés único de compartir su sexualidad de manera mas abierta. Estos lugares están diseñados para satisfacer el morbo que todos llevamos por dentro, brinda espacio infinito para saborear el placer de ver como otros follan de lo lindo sin que nadie te vaya a juzgar.

Si bien hay otras clases de actividades que se pueden presentar en esta clase de ambientes, como es el intercambio de pareja, si lo deseas y los otros también. No necesariamente es una obligación, puedes asistir a esta clase de eventos sin otra pretensión de ir como mero espectador, con tu pareja, para ver solamente.

Puedes culearte a tu pareja con la tranquilidad absoluta que nadie te va acusar con la mirada sobre ustedes dos, los demás te miran con discreción sin lugar a que te sientas incómodo. Si no quieres que los demás te observen, puedes elegir un espacio (pieza) mas íntimo donde puedan estar solos sin la intervención de nadie.

En un club swingers se encuentra uno con toda clase de personalidades, unas mas discretas que otras. Hay parejas que les encanta que las observen como culean. Mientras otras le encanta ver y a la vez masturbarse mientras los otros tienen sexo. Es normal ver dos mujeres jugando desnudas con su cuerpo, mientras sus dos compañeros se masturban y se toman un buen licor.

Es sano aprovechar esta ocasión y ofrecer una mejor ilustración sobre el tema - la curiosidad de ver, observar - para efecto de mejorar las relaciones de pareja en el mundo real:

Entre mas posibilidades nos brindemos los seres humanos de liberar nuestras angustias existenciales en los planos de la sexualidad, nuestro andar por la vida se hace mas liviano y confortable. Estudios científicos han demostrado que el hombre en un día normal trae a su mente 8 veces el tema sexual, ya sea por: Recuerdos, aventuras por vivir, fantasías que desea cumplir, etc. En la mujer esta actividad es diferente, no ocurre con tanto asiduo.

Ancestralmente, nuestras vidas se han desenvuelto en una cultura donde ha reinado la represión, y mayor aún cuando se trata de temas concernientes con la sexualidad. El gran culpable de este engendro oscuro y lamentable han sido las diversas clases de iglesias, en cabeza de sus orientadores. Quien de una u otra forma se sienten dueños de la moral pública, cuando en el fondo son, ellos, los grandes portadores de las mas enfermizas conductas sexuales.

Freud, lo dijo con amplitud meridiana, el origen de todos los problemas del ser humano se encuentra en la sexualidad. Y como negarlo, cuando hacemos de nuestra sexualidad el basurero donde escondemos nuestras pasiones. Por eso es relevante afrontar la sexualidad con total transparencia, sin miedos, sin desarrollar sentimientos de culpa.

Una de las causas que prolijamente incurrimos en cometer errores en nuestras relaciones afectivas es esa: Mostrarnos totalmente diferente a lo que somos, no sólo en la personalidad sino en la forma de ver y sentir la sexualidad propia de nosotros mismos. Ahí están los resultados, miles de parejas separadas, con una cantidad de frustraciones impresionante.

A manera de ejemplo observemos esta conducta:

Muchas mujeres, reclaman a su pareja cuando este mira y observa a otra mujer, y le dice con asentuado acento: Usted que mira, que se le perdió, no le basta conmigo o que ...,etc., etc. Es una muestra palmaria de una actitud represiva. Es de la esencia del ser mirar, ver. El único mensaje que está transmitiendo la mujer al hombre es: Vaya y mire cuando yo no esté, viva sus fantasías y sus aventuras donde yo no lo vea y mucho menos me de cuenta. Este simple ejemplo lo están viendo los niños desde que nacen, sintiendo el látigo también cuando son hombres.

Si la mujer no aprende en aceptar al hombre como es, las relaciones afectivas cada día serán mas efímeras. El hombre es un ser curioso por antonomasia, no es una conducta adquirida que él aprendió. La mujer no puede de buenas a primeras cambiar algo que es de su esencia.

Mas allá de disfrutar, por curiosidad, los espacios que brinda un club swingers, este lugar debe servir para hablar de nuestra sexualidad: Dejar ver nuestras angustias, nuestros sueños, cuales son nuestras fantasías, buscar acuerdos para que ambos disfruten en armonía. La mujer debe saber la verdad, el sexo no es amor para el hombre. El hombre que diga que se ha comido a su mujer mas de 10 veces por amor, miente es un cruel mentiroso, es capas de negar a la mamá o es un bandido.

El sexo para el hombre es: Una herramienta para desahogar su líbido, es pasión, aventura, cumplir fantasías, reafirmar sus dotes de macho cazador. Esto último tiene una explicación antropológica, no es un invento del hombre per - sé .

La mujer no puede medir con su misma vara la sexualidad del hombre, y mucho menos igualarse a él. Termina destruida por lo siguiente: Toda mujer por puta que sea siempre entrega sentimientos, sueña que ese sea su último hombre en la cama. Mientras para el hombre cuando se come una hembra, es una más en su lista, una aventura mas, etc.

Se preguntarán las mujeres, siempre es así: No, si la mujer sabe entrar en ese mundo oculto del hombre volviéndose complice de él, ganándose la confianza para que su pareja viva a plenitud su sexualidad, las relaciones afectivas son mucho mejores, y fuera de eso mas estables. Cuando un hombre encuentra una mujer de estas características la cuida como un tesoro. Florece el amor de él por ella, es única.

Parejas que asumen la conducta de ver y no tocar en un ambiente swinger:

No podemos decir que estas personas son boyeritas, es decir, que les gusta ver personas desnudas clandestinamente, en este ambiente todo es abierto a los ojos de los demás, nada es oculto.

Para permanecer en un ambiente Swinger no necesariamente se tiene que ser activo bajo las diversas situaciones que se pueden presentar en estos espacios de una sexualidad abierta.

Hay muchas parejas que van con la sola intención de ver, de observar y no mas. Lo pueden hacer sin ningún inconveniente, nadie los va a juzgar y mucho menos van a sentir el acoso o la presión de ser partícipes de los roles eróticos que allí se vive.

Cada pareja es un mundo, un universo independiente en la forma de asumir su sexualidad, nadie los va a mirar con esos ojos críticos de los chicos diferentes, por el contrario en estos ambientes se respeta y valora las distancias que cada pareja desea conservar.

Esta clase de comportamiento es muy usual, mas que todo en las parejas que llevan poco tiempo inmersos en el mundo Swinger, con el transcurrir de sus propias vivencias van construyendo una realidad mas palpable de lo que abriga el entorno sexual que se ofrece.

Unos deciden avanzar y otros prefieren conservar la actitud que mas lo motivan de ver y no tocar, ambas respetables desde todo punto de vista.