Por tu egoismo

Hola,

No puedo despedirme sin antes decirte que fuiste un egoísta, eres el único responsable de todo lo que ocurrió. Las cosas se acabaron por tu culpa. Estoy segura de que nunca vas a encontrar una mujer como yo, fui una estúpida el haberte tolerado tanto tiempo.

Pero todo tiene su día, no hay plazo que no se venza, por eso ahora saco el valor para decirte adiós y quiero que sepas que, por el momento, no me interesa saber nada de ti, ¡no me mereces!

De toda esta experiencia vivida contigo me queda una gran enseñaza: no volver a enamorarme de la forma en que lo hice. Siempre creí en ti, pensaba que a medida que pasara el tiempo ibas a cambiar, que ilusa fue mi manera de pensar.

Ya no es hora de recriminarme sino mas bien de darte a conocer mi firme decisión. Sin embargo no tengo porque odiarte y tampoco esperes de mi actitudes de desprecio el día que nos encontremos, accidentalmente.

Espero que en tu próxima relación valores lo que no supiste valorar en la nuestra, de lo contrario estoy segura de que tu vida afectiva será un barco a la deriva sin bitácora ni brújula que marque el Norte. Si no reflexionas sobre esto que te digo desprendido de toda pasión, serán muchas las mujeres que desilusionadas quedarán después de repetir la misma historia calcada, lo siento por ellas y por ti.

Discúlpame si ofendo tu sensibilidad, no es mi intención.

Con mi frente en alto me retiro y gracias por todo.

A tentamente,

Una mujer frustrada