Sexo virtual (webcam) con el

Hola Katy:

Te acuerdas que te conté que había conocido un chico por Internet, ok. Hemos estado hablando y la verdad me ha impresionado mucho su forma de ser, pasamos horas conversando cantidades, hay días que nos quedamos hasta las 2 am de la madrugada contándonos experiencias de nuestras vidas.

Ya llevamos tres semanas en esto, y la verdad no se que pensar, ya varias veces nos hemos visto por la cam, y me ha enviado unos mensajes divinos por w ww.videosmails.com un sitio para grabar videos y la voz se le escucha preciosa.

No te miento, en varias oportunidades hemos tenido conversaciones calientes, contándonos que nos gusta a cada uno, y la verdad me excito mucho cuando tratamos estos temas, yo nunca pensé que esto se pudiera dar de manera virtual con solo recibir mensajes.

En un día de esos que estábamos hablando, escuchándole sus historias, sin darme cuenta comencé acariciarme, a tocarme todo mi cuerpo, estaba sola en la pieza, escuchando música, sin brasier, solo tenía la tanga.

De un momento a otro me preguntó, que como estaba vestida; Katy, yo se que tu me vas a matar, pero nos habíamos prometido nunca decirnos una mentira.

Cumpliendo mi palabra le dije ante todo quería ser transparente con él, me inspiraba seguridad, siempre había sido súper honesto conmigo, y te juro que me nació del alma contarle que estaba DESNUDA.

Ahí fue cuando me manifestó: Alucinante sería verme por la cam para disfrutar de los encantos de mi cuerpo, me dio pena aceptarle su invitación, no porque me viera, sino porque no estaba bien rasurada en todo mi cuerpo.

¿Sabes que me dijo? Me excita ver unos lindos vellos nacientes que apenas germinan en tu pubis, dibujando un lindo triángulo que borde tu flor de mujer hermosa. Al escuchar esas palabras, casi me muero de la felicidad, fue alucinante escuchar esa frase. Eso bastó para yo dejarme ver desnuda a plenitud.

Inmediatamente le dije que me esperara un momento, que iba arreglar algo: Sólo era una estrategia, quería ponerme muy bella para hacer de esa vivencia algo inolvidable en nuestras vidas. Quería sorprenderlo, mostrarme especial, sellar una huella imborrable en sus ojos.

Saqué de mi closet un baby doll, nuevo por estrenar, con delicados encajes realzando a media copa mi busto, mis pezones parecían puesto sobre una repisa, ligeramente se asomaban, yo misma me excitaba viéndomelos, parecían picos afilados de gorriones mirando al cielo, mas linda no podía sentirme.

Cerré la ventana, para nuestro encuentro íntimo, las cortinas quedaron recogidas con un laso de borlas tejido en seda, la cama quedó cubierta con un cubrelecho de blanco inmaculado, bordado en hilo. Las almohadas de plumas de ganso eran inmensas, posaría mi cuerpo sobre ellas. Me entregué con detalles a cuidar todo espacio, todo rincón de mi entorno, igual lo hice con mi cuerpo, humectándolo con aceite de almendras, mi piel brillaba.

A medida que iba terminando de decorar el ambiente, este se tornaba más erótico, más sensual, los latidos de mi corazón aumentaban, por mi mente pasaban mil ideas, saqué dos pinceles de acuarela, para jugar con ellos, mi intención era provocarlo, llevarlo a los estadios más altos de excitación. Mi plan era mostrarme en un comienzo como una nena muy ingenua, con roll de tímida para luego ir transformándome en una mujer fatal.

Mil veces me preguntaba por el Chat: ¿Que haces?, porqué la demora?, te pasa algo? etc. Con palabras monosílabas le respondía: Ten calma, espera la sorpresa.... Mas ansioso se mostraba, yo más me excitaba.

Para crear mas suspenso apagué la luz de mi cuarto, encendí dos velas rojas maceradas con un barniz de resina brillante, el velo transparente que cubría mi dorso mostraba visos de colores sobre mi piel, el contraste de la marca que deja el sol, al uno broncearse, sobre mis tetas se veía demasiado sexy, mejor imposible.

Por fin llegó el momento esperado de nuestro encuentro virtual, donde no habría testigos, sólo nuestras dos cámaras dejarían ver nuestros cuerpos desnudos. Sin perder mas tiempo, le envié la invitación para que acertara la imagen, igual lo hizo él, dejando ver parte de su cara.

No te miento, tenía muchas ganas que me viera - vanidad de toda mujer -, me sentía hermosa, muy sexy, pero igual quería darle una impresión de nena tierna, muy cariñosa. Al verme, sólo pronunció: Estas divina, eres todo una Diosa...

Todo lo tenía calculado, las mujeres somos así, deseaba provocarlo mucho para excitarlo y ver como botaba su leche, todo era cuestión de minutos, lo sabía. Por eso le dije, espérame un segundo voy a la heladera saco una fresas con crema de chocolate, mi intención aquí era que él me viera todo mi cuerpo, el perfil de mi derrier, la sombra de mi tanga, marcada por los rayos del sol, mi único propósito era atraparlo.

Por eso me levanté de la silla y comencé a caminar dejando ver mi espalda. Mi baby doll de escote profundo caía suavemente sobre las curvas de mi cola, con movimientos lentos y pausados, lo miré de soslayo desde la distancia le lancé un beso con mi mano, cargado de puro placer.

Al regreso de la heladera, con mis fresas de chocolate en la mano, pudo observar los contrastes de mi cuerpo, de brazos delgados, con un lunar coqueto, herencia de papá, que tengo en mi cola. Morbosamente yo misma ya me sentía excitada, no lo puedo negar.... con verle la expresión de sus ojos, dejando filtrar su arrechera, era motivo de placer inconmensurable para mi libido de hembra.

Las palabras sobraban, su cara se transformaba con cada uno de mis movimientos sutiles. De un momento a otro sus manos desaparecieron del teclado, comprendí de inmediato donde las tenía, sin duda era un potro con un tolete sediento de cabalgar sobre mi culo firme.

Reposó su espalda sobre la silla, colocó su cámara enfocando su polla, full frontal lo pude observar como luchaba, batiéndose a muerte en darme el jugo mas espeso de su verga. Yo sólo lo miraba, saboreando mis fresas, mi lengua deseosa de placer, sentía que el chocolate era su semen.

El descontrol era total, igual enfoqué mi webcam en mis zonas más nobles, trasladé la fresa de mi boca para jugar con ella en los labios de mi cuca, quería sentir nuevas sensaciones, explorar más mi cuerpo, una a una de las fresas fue penetrando, la sensación que vivía era indescriptible...

Con ellas adentro (las fresas) me tiré a la cama para morder una almohada, no quería que mis gritos, de mujer enferma, se escucharan, clavé mi cabeza, me puse como una perrita en cuatro patas, y con fuerza comencé a pujar una a una de las fresas, verlas caer por el espejo de mi cuarto fue lo mas morboso que he podido hacer en mi vida, sin duda excitante.

Ya te puedes imaginar lo que estoy viviendo, no se donde va a caer este globo, pero lo único cierto es que lo estoy disfrutando cantidades. Ahora sólo espero tus comentarios, y que opinas.

Tú amiga de siempre,

Bibiana

PD: Por favor no le cuentes nada a tu novio, esta experiencia es solo para nosotras dos.