Te extraño cantidades


Mis labios quieren besarte:

Te cuento que ayer me quedé toda la noche esperando que te conectaras, quien sabe que te pasó, pero te confieso que sentí un vacío terrible en mi cuerpo que recorría todas mis entrañas. Sin darme cuenta veo que me estoy enamorando, definitivamente los sentimientos no tienen fronteras ni barreras para hacer sus locuras.

El primer sorprendido soy yo mismo, no tengo idea que va a pasar con todo esto. Lo único que puedo decir es, el amor entró por la ventana sin avisarme, que necios son mis sentimientos. Por mucho que trate de darle una interpretación a todo esto que está sucediendo es imposible encontrar un juicio razonado y serio. Mejor dejo que los vientos de cupido sigan marcando el rumbo de mi vida en estos momentos, en los planos de mis afectos.

No voy a mover un dedo para coartar mis sentimientos, eso sería reprimir la esencia misma de mi ser, cosa que no voy hacer. Ojalá que todo esto que estoy sintiendo no sea algo transitorio entre los dos, sino el comienzo de ir creando una linda relación entre nosotros. Obvio, que todo depende del interés que le pongamos, aceptando de entrada que todo se ha dado en un mundo virtual, pero los sentimientos no hacen diferencias de forma.

Mientras tu no estás ahora conectada en el Chat, con devoción te escribo en homenaje a todo esto que estamos viviendo. Confío plenamente en vos, me dolería en el alma saber que todo esto pasara al olvido sin habernos brindado la oportunidad de conocernos en persona.

No te lo niego, pero a veces siento temor de todos estos desafueros que siente mi alma. Soy conciente que la distancia es nuestro peor enemigo, las relaciones de lejos por lo general terminan desvanecidas en el tiempo. Por eso es importante antes que todo, buscar la forma de vernos cuanto antes para mitigar la sed que asoma en mis labios por besarte.

En fin, hoy te haz dado cuenta ya de todo lo que me estas haciendo vivir y sentir. Ahora sólo resta seguir avanzando juntos compartiendo los momentos que podamos brindarnos. Si puedes me llamas, me encanta escuchar tu voz, saber que estás ahí para mi.

No vayas a pensar que estoy un poco triste, es más bien una actitud reflexiva, pero igual sigo feliz de haberte encontrado. A cada instante te recuerdo, y sin percatarme muchas veces entro en conversaciones silenciosas contigo como si estuvieras a mi lado. Sin duda estoy perdiendo la cabeza.