Ya no quiero a mi esposa

Así como el amor llega de igual forma se puede ir, mas explicaciones no tengo para dar, lo cierto del caso es que ya dejé de querer a mi esposa. Es la única razón que puedo exponer ante ustedes para hacerles saber lo difícil que es estar al lado de una persona que uno ya no siente nada. La siento mas una amiga, a la cual le profeso un inmenso cariño, como mujer no la deseo.Debo confesar que es la primera vez que rompo mi silencio, estoy dispuesto a escucharlos. Después de leer varios de sus artículos me merecen toda la confianza en saber sus opiniones. En unión a lo citado en el párrafo anterior, debo advertir que mi esposa se moriría de la tristeza al saber que me quiero separar de ella. ¿Que salida digna puede haber aquí, para no quedar muy lastimados ambos?

Respuesta

Partamos diciendo que, cualquier clase de rompimiento, en estos asuntos, genera dolor, y mas cuando los dos han creado un proyecto de vida juntos, o al menos eso pensaron cuando decidieron unir sus vida. En este orden de ideas no es fácil plantear la posibilidad de terminar un matrimonio sin antes sufrir un proceso de vacío y frustración para ambos.

Lo mas difícil es dar el primer paso, hacerle saber al otro la intención que se tiene, acto seguido exponerle las razones. En la medida que usted sepa ser honesto y transparente en su exposición, permite sentar las bases para que el proceso de separación sea mas difícil o menos difícil. Esto quiere decir, que usted debe ser claro de principio a fin en su propósito. No cometa el error, por no querer hacer daño, soltar frases ambiguas que permitan ser interpretadas en diferentes formas, o sembrando falsas expectativas de posibilidades mas adelante entre los dos.

"El camino malo andarlo pronto", decían nuestros mayores. Pues bien haga usted lo mismo, para no extender el dolor en el tiempo. Por muy fuerte que sea la decisión, esta es la mejor salida para ambos. No cometa el error de exponerse a toda hora a ofrecer una y otra vez sus razones y motivos. Trate de ser cauto y reservado en sus comentarios para evitar distorsiones de la idea.

Una vez tomada la decisión no de pie atrás por ningún motivo, sembraría toda clase de ilusiones en la mujer. Cuando se toma la determinación los plazos están vencidos, el único diálogo que debe haber es entorno al proceso de separación, la forma y el método de hacerlo. Actuar de otra manera es enredar las cosas.

Es posible que con esta clase de actitud, donde usted deja ver su firmeza y decisión, su mujer lo entre a calificar como un ser frío, tosco, etc., pero créanos que es lo mejor para esta clase de situaciones. El diálogo en pareja es el peor camino a emprender, en estos momentos, por lo general terminan lastimándose mas, con base en recriminaciones y reproches sin sentido.

Muchas veces queda mas en el recuerdo las frases sueltas e hirientes que se lanzaron, que la causa misma del problema. Por eso es mejor a veces ejercer ese derecho sublime de conservar el silencio que actuar sin control ofreciendo toda clase de diatribas.

Es importante que antes de hablar y hacer saber las cosas planee bien lo que va a decir, procure crear un ambiente propicio y tranquilo para ofrecer su decisión respecto al futuro de su matrimonio.