Aprender un Método de trabajo

Todo problema lleva en su interior nuevas oportunidades. Es una frase de cajón que se repite mucho, pero es la verdad. Toda experiencia que vamos acumulando a medida que vamos sorteando situaciones especiales nos sirve de ayuda para enfrentar nuevos retos. Ese conocimiento adquirido que vamos decantando se vuelve relevante siempre y cuando lo sepamos enriquecer, organizar sobre los principios de un método.

El método es uno de los elementos indispensables para resolver los problemas, si este no existe los conocimientos adquiridos (experiencias anteriores) se diluyen en la desorganización (desorden mental), impidiendo a todas luces ser aplicados de manera eficiente a la hora de resolver nuevas oportunidades.

Es por eso que, personas organizadas con método (estudio - trabajo - deporte - etc.) tienen mayores posibilidades de éxito sobre aquellas que acusan de falencia en este aspecto. Para asimilar un método se debe tener disciplina, constancia y perseverancia. Cuando se asume la vida de esta manera los problemas siempre son vistos como generadores de nuevas oportunidades.

Cuando una persona trabaja en adquirir un método, tiene dos opciones para elaborar su propósito: Uno, siguiendo el rigor (disciplina) e instrucciones de un maestro, asumiendo siempre una actitud de silencio (atemperar sus ánimos) en su primera etapa de aprendiz. Dos a través del Ensayo - Error, asumiendo siempre una actitud valerosa para perder el miedo al riesgo del fracaso. Son las derrotas las que forjan la templanza y el valor para ir decantando el método.

En medio del caos (derrotas) está la esencia del éxito, es allí en la oscuridad donde comienza a germinar la semilla del buen hacer, de buen emprendimiento, del buen raciocinio para enfrentar los avatares que la vida ofrece. En la medida que se disfrute las derrotas, los fracasos, en esa misma proporción se entenderán que el método ha sido asimilado de manera correcta. Ya no hay miedo ni temor de asumir riesgos. La templanza del carácter está preparada para filtrar con mejor juicio las situaciones (problemas) que tenga que enfrentar.

Al hablar del "método asimilado" se debe entender que ya la persona tiene las herramientas suficientes, bien conocidas por él, para ir en busca de ellas cuando las necesite en función de aplicar, su experiencia ya decantada en el tiempo.

Por último, todo problema pierde intensidad cuando se dispone de un método idóneo para aplicar. Quiero que entienda algo, el ser humano está lleno de métodos, casi todos ellos se elaboran de manera inconsciente: La forma de bañarse, de vestirse, de caminar, etc., pues bien asumamos esta predisposición en aprender un método para enfrentar los problemas: En el amor, en el trabajo, en lo social, en el dinero, en la familia, en el manejo de los afectos y de las emociones. Si usted no aprende un método para cada situación siempre va a tener dificultad para avanzar en la vida.

Lo triste de toda esta historia es que el 90% de las personas pasan por esta vida, sin pena ni gloria, sin saber cómo actuar de manera correcta en situaciones especiales. Primero se casan, tienen hijos, luego se divorcian, y la historia se repite. Van por la vida del timbo al tambo dándose totazos, y en cada accidente un lamento una frustración.

Qué bueno sería que, la destreza (método) que tiene para culear, para enamorar, para decir tantas mentiras, toda esa capacidad demostrada para aprender diferentes métodos sirviera de algo para aprender un método idóneo en saber enfrentar los problemas. No es hora de lamentos, es el momento de cuestionarse y sacudirse.