Decisiones de amor


Los sentimientos del ser humano son íntimos e individuales:

Los errores en los negocios se pagan con dinero, en el amor con lágrimas. Entes de comenzar un sueño de cupido, de brindarse una nueva oportunidad para amar debe antes que todo tener una predisposición en abrir su corazón para recibir al otro. Cierre el manual que siempre le traza su razón, guárdelo en un lugar donde no lo pueda ver.

Las prevenciones de la razón muchas veces impiden tener una percepción sana de la situación, permita que sus sentimientos puedan decantar libremente su panorama afectivo. Ese enfrentamiento suyo, permanente entre la Razón versus Sentimientos vicia su valoración. Los sentimientos tienen su propio ritmo, ellos también saben aceptar y rechazar, las situaciones diversas que se le presentan.

Entrar a conocer a una persona haciendo juicios de valoración previos es manipular y someter a condición sus sentimientos, con esta actitud no gana nada, por el contrario le genera angustias en su fuero interno, que casi siempre terminan con frustraciones del alma como, lo que pudo ser y no fue, y todo por culpa de la razón.

Es una falacia cuando se afirma que "amar es una decisión", el amor es un viento divino que llega sin pedir permiso, con sorpresas que muchas veces nos dejan atónitos a nosotros mismos, cuando menos lo esperamos llega sin pedir permiso para entrar por la ventana.

Cuando perciba que está siendo atrapado por esa energía divina del amor, ubique sus sentimientos en diferentes contextos, y sea un observador en silencio.

Voy a citar varios ejemplos para una mejor comprensión: Imagínese usted sin dinero, ¿Sería capaz de soportar esta situación, por largo tiempo al lado de esa persona?, sería capaz de soportar una enfermedad grave a su lado de manera incondicional y amorosa?, se siente orgulloso(a) que entre en toda su familia?, sería capaz de buscarlo(a) mil veces después de una pelea donde usted tiene la razón?

Si las respuestas son afirmativas, todas, no lo dude ese es el amor de su vida, cierre los ojos y dele gracias a Dios, usted encontró su alma gemela.