Dialogar es un fracaso

Los hombres muestran una abulia total cuando su pareja le trata de plantear situaciones con el fin de resolver inconvenientes que se presentan en la relación. Mientras la mujer hace de esta oportunidad todo un tratado dialéctico en esbozar razones, el cual ha preparado con denuedo y dedicación, el hombre por el contrario se muestra evasivo para enfrentarla, sus respuestas son livianas e inconducentes.

Por inteligente y astuto que sea un hombre jamás tendrá la capacidad de enfrentar una mujer, ella vive constantemente hilvanando, construyendo ideas y situaciones, habidas y por haber, sobre la relación. Su ataque o defensa está delicadamente edificada con todas las variables posibles.

Por eso el hombre siempre es torpe para enfrentar a la mujer, para él todo es sencillo, nunca ha pasado nada, eso no vale la pena, mejor cambiemos de tema, son sus respuestas cotidianas. Actitud esta que desespera a la mujer.

No conozco el primer hombre que le gane una discusión a una mujer, por muy bien que le vaya empata, jamás gana. El hombre detesta la forma como la mujer lo acorrala, y la mujer no puede nunca con la actitud superficial del hombre al enfrentar un problema.