El amor de 21 - 25 años

Es triste decirlo, pero las mujeres entre los 21 y 25 años, son tan parecidas a las niñas de 14 años que uno se sorprende de la evolución del ser humano contemplando la edad. Más inestables, más inseguras, con el agravante que ya cargan más frustraciones afectivas, muchas de ellas con fracasos serios en materia de pareja. Muchas continúan buscando su eje en la vida.

A esta edad se quejan de estar solas, de no encontrar un hombre que valga la pena. Levantarse para ellas cada mañana es una pesadilla, la vida no ha sido generosa, a toda hora se están quejando. No hay día que no se depriman, y las que tienen ya sus crios, hijos, ni hablemos de ellas, todo es un mar de lagrimas. Y para pedir plata están solas, nadie las sigue, el verbo rector de ellas es: Dame, dame, necesito, dame mas, no tengo ni un real. jajajaja y todas viven endeudadas hasta la coronilla.

Las que han logrado con sus argucias y triquiñuelas cazar a un hombre, por lo general son unas mantenidas -no hacen sino estorbar a la sociedad- petardos que no sirven para nada, justifican su mediocridad aduciendo que están educando su hijo, y por eso no trabajan, lo máximo que hacen es estudiar cualquier carrerita de tres centavos.

Las pocas mujeres interesantes a esta edad, es una entre 10.000, trabajadora, emprendedora, estudiosa, con proyecto de vida, centrada, amorosa, sana mentalmente.

En referencia a los hombres de estas edades, el porcentaje de los que se salvan es un poco más alto que el de las mujeres, al menos muchos se preocupan por la realidad de sus vidas, saben que por obligación deben estudiar y prepararse para enfrentar el futuro. Saben que la teta de la casa no les va a durar toda la vida, sin embargo en la vida afectiva siguen igual de embriagados, pensando siempre en la siguiente.

Para estos hombres, siempre la novia del amigo es más bella que la de él. La novia de estos hombres, es una total hartera, no ven la hora de botarla, por intensas, mamonas, cansonas. Con una mano se despiden y con la otra van agarrando la siguiente, divinos ellos. Y ese es el macho de la manada, el galán del circo.

Y para contar sus aventuras sexuales, están solos, no los sigue nadie. Encontrar un buen partido aquí, es algo exótico. Sin embargo es de resaltar que, hay hombres a esta edad que por circunstancias de la vida (igual para las mujeres) les ha tocado volverse mas centrados, para poder salir adelante. No son muchos, pero los hay.