El sexo está en la cabeza

La poderosa dopamina en el sexo:

El neuroquímico por excelencia del sexo y del enamoramiento es la "dopamina" (sustancia química que produce el organismo), ella estimula el circuito de satisfacción o recompensa del ser humano. Así las cosas, tener sexo, comer, tomar riesgos, alcanzar logros o tomar agua, todo ello incrementa la "dopamina". Cuanta más "dopamina" se libere, más ansias se tendrán de algo.

Un buen ejemplo de ello es la comida: Los seres humanos experimentan descargas mucho más grandes de "dopamina" cuando ingieren alimentos ricos en calorías. Esto se debe a que el sistema de recompensa asocia a las altas calorías con la supervivencia (existencia de la raza humana).

En ese caso, y también en el del sexo, las ansias por disfrutarlos no son por la actividad o el objeto en sí (amor por esa otra persona), sino por la "dopamina", que nunca es satisfecha ni es el único neuroquímico que interviene. Mientras que ella rige exclusivamente el deseo, son los "opioides", como las endorfinas (otras sustancias química que linera el organismo), las que hacen que los seres humanos disfruten, por ejemplo, del orgasmo y placer sexual.

Al haber buena producción de "dopamina en el organismo, durante el sexo, la gratificación de respuesta es el orgasmo. Cuando esto funciona de mil maravillas en la persona se conoce coloquialmente - algunas regiones de Latino América - como "encoñe", deseo desenfrenado por volver a estar con esa otra persona sexualmente. Entre más "dopamina" exista en la relación sexual mas ganas hay para seguir al lado de esa persona, disfrutándola sexualmente. Esto hace querer estar a su lado en otros espacios de su vida, con esa persona.

Esta clase de deseos y apegos no lo podemos llamar "AMOR", es sólo un eslabón más de la cadena que construye las relaciones afectivas entre hombre y mujer. Es de advertir que muchas personas sustentan el amor, o el significado del mismo, en lo que es en realidad el SEXO, un fenómeno de alta química a nivel neuronal (cerebro).

Como se puede observar los circuitos del SEXO terminan entreverados con los del AMOR, lo que hace mas difícil el proceso de desprendimiento a la hora de terminar una relación afectiva. Es por eso que muchas personas al tener problemas sentimentales (peleas - enfrentamientos - discusiones - rompimiento definitiva con su pareja) compensan su ausencia de "dopamina" ingiriendo más cantidad de alimentos, drogas, cigarrillo o alcohol, etc. Todo esto lo hacen para reemplazar, de alguna forma, el placer sexual que le ofrecía esa otra persona.

Siguiendo esta misma línea es fácil concluir entonces que, muchos de los problemas de obesidad se deben a problemas de orden afectivo en los seres humanos, con énfasis mayor en la mujer. En los hombres la balanza se inclina a la bebida, sin descartar el aumento en la ingesta de alimentos ricos en calorías (grasas).

De otro lado es bueno resaltar que la ciencia ha logrado descubrir afirmando que el hombre siempre tiene una mayor inclinación al sexo, o por lo menos, mucho más que la mujer, no es un mito. Ello debido a que el área del cerebro que comanda la búsqueda de estos placeres en ellos es 2,5 veces más grande que la de ellas. En compensación, la amígdala de las mujeres, que domina las emociones y la expresión, suele ser más grande y mostrarse más activa en pruebas de resonancia magnética, lo que explicaría por qué ellas, antes que sexo a diestra y siniestra, quieren compromiso.