Mensajes romanticos


No me importa con quien estés:

Jamás pensé que la lírica de mis actos generara en vos tantas pasiones atávicas que dejas destilar en la retórica de tus frases, en veces cargada de ironía.

Lo único que quise fue llamarte, para sentir el dulce abrigo de tu voz, y decirte al unísono lo especial que eres para mí.

Los días pasan, y te aprendo a conocer, definitivamente eres una mujer cargada de pasiones, bordada en los más puros sentimientos que trasciende la distancia que nos separa entre los dos. En la profundidad misma del ocaso de la noche, retumba el eco de tu voz, entre truenos y centellas se ilumina el firmamento para sentir tu presencia, y el ímpetu de tus gestos que, aunque no tengo el placer de observarte ya me los imagino.

Aunque me digas engreído, petulante y todos los demás adjetivos que quieras colocar en la cuerda de ese rosario que acuñas para mí, inmerecidamente por cierto, te siento revolotear en las entrañas de tu cama con placer sufrido, recordándome quizás con rabia.

Igual, quería inmensamente escuchar esa voz amorosa que siempre me entregas, ahora cuando te llamé. Por todos los medios traté, usando mis argucias de convencimiento para que te despertaran, sin embargo debo anotar que, todos mis intentos fueron fallidos. Mi corazón noble, quería darte un tierno saludo y, desearte un sueño dulce donde yo fuera tu ángel guardián, compañero incondicional.

En vista de lo anterior, me veo obligado a escribirte de nuevo, como le he venido haciendo con devoción desde aquel día que nuestros corazones se encontraron para nunca más separarnos (aunque ambos queramos actuar en contrario).

Todo puede ocurrir independiente a que la carne de nuestros cuerpos desnudos se unan algún día, y compartan el mismo espacio. Eso nadie lo puede determinar, sólo las circunstancias mismas de nuestras vidas, lo sabrán.

En complemento de lo anterior quiero que sepas que lo mas importante ahora para mi es ser tu báculo en donde puedas desahogar todos tus sentimientos encontrados, sin duda es la mejor catarsis para que puedas mas adelante tomar las mejores decisiones en tu vida.

Mi propósito es verte feliz, no importando los brazos donde te encuentres. Si crees que pueda ser yo, quiero ser franco y sincero. Sin darte cuenta haz marchitado la semilla que ambos sembramos en el trigal aquella mañana de primavera. Esa beligerancia tuya me ha sorprendido, bates sin clemencia, muchas veces, las manos abiertas que te he tendido, para lanzar toda clase de improperios que, aunque tú no lo creas me lastiman.

Quizás ahora, en estos momentos cuando duermes, plácida en un sueño profundo donde dejas ver la ternura de tu alma, la pureza de tus sueños, es lo que yo quiero de ti. Deja conocer esa faceta hermosa que tienes en tu interior, baja tu mano y dame un beso dulce sin odios y rencores. Si es que quieres rescatar la semilla moribunda que en la rivera ves morir.

Muchas veces me haz dicho que eres insegura, pero déjame decirte que esos juicios de valor que haces sólo caben en la mente de tu razón. Tu corazón desbordado en pasiones, lo tiene claro, cosa muy diferente es que insistas con denuedo total en negarlo. Ese es un problema que jamás podrás resolver sino aceptas los designios imperativos y rebeldes de un corazón que me un iconoclasta ladrón se robó ya.

Lo citado en este acápite, no tiene ínfulas de un guerreo engreído lleno de charretas en sus hombros, para enarbolar ante la tribuna, y mucho menos alcanzar la gloria, usando como medio la manipulación. Sabes bien que no necesito de esas herramientas innobles para atraer la atención de una mujer.

"Los hombres valientes, jamás le tememos a las derrotas, por qué de ellas hacemos el triunfo ", tu cuerpo podrá estar posado sobre otro hombre, pero tu corazón y pasión desenfrenada será sólo para ese macho que asalto tu corazón.