Mujer gorda

En la época Victoriana las gordas eran el prototipo de mujer mas deseada por lo hombres. Los estándares de belleza ahora son muy diferentes, lo que ayer era válido hoy la sociedad lo desprecia, pasando por los medios de comunicación que en últimas son los que fijan y trazan que esta IN que está OUT.

Sin duda los medios de publicidad crean pautas de comportamiento y consumo en sus diferentes nichos de mercado, creando en el subconsciente colectivo una forma de ver las cosas:

  • La moda (ropa) linda es para las mujeres delgadas, para las gordas una talega, una bolsa
  • Todas las campañas de publicidad en materia de dietas muestra a las mujeres gordas con cara triste, a las mujeres delgadas con cara sonriente
  • En las empresas de servicio (plataformas de atención al público) las gordas son excluidas al máximo, procuran vincular mujeres jóvenes y delgadas
  • La publicidad de coches (carros - motos) siempre se hace con mujeres delgadas y hermosas, las gordas van en el baúl
  • Las mujeres delgadas son saludables, las gordas sufren alguna enfermedad

Toda esa percepción, comparación que hacen de manera constante y reiterada los medios de comunicación influye de manera directa en los niños, jóvenes y adultos.

  • En el colegio los gordos son objeto de burlas por parte de sus compañeros
  • En la calle los gordos sirven como punto de referencia de ubicación para las demás personas, ejemplo: Detrás del gordo, usted ve ese gordo -si- siga a la derecha, etc.
  • Cuando se cuenta un chiste para hacer una burla, la mejor referencia es tomar al gordo como objeto de risa

Como se puede observar el mundo actual no está diseñado para los gordos, la sociedad día a día es mas beligerante con ellos, los ve como personas enfermas, como si fueran una etnia o raza diferente. En resumidas cuentas la vida de los gordos es toda una tragedia a pesar de los esfuerzos ingentes que ellos hacen por tratar de adaptarse y ser aceptados:

  • El hombre que me quiera me debe aceptar como soy
  • Las gordas tenemos nuestra gracia
  • Soy gorda, pero igual soy feliz con mi cuerpo
  • Mi cara es muy linda no importa que sea gordita
  • Quien dijo que yo soy gorda, usted lo que quiere es una escuálida, un anoréxica
  • Yo no soy gorda, tengo unos kilitos de más, pero así me veo mejor

Todas estas respuestas, apreciaciones no es más que una confrontación con la realidad. Las solas respuestas que ofrecen las mujeres gordas están cargadas de una justificación, donde tácitamente aceptan su condición. El estado de la gordura afecta tanto a hombres como a mujeres, pero son estás últimas las que mas sufren por su condición, muchas de ellas se vuelven esclavas de ellas mismas, desarrollando cierto tipo de personalidad con características bien marcadas:

  • Son mujeres muy ansiosas
  • La comida es para ella un rito a la excitación, como si fuera un orgasmo
  • Sufren trastornos de estima con frecuencia
  • Presentan conductas bipolares, pasan con facilidad de estadios de tristeza a sentir momentos de felicidad (viceversa), en espacio de tiempos cortos
  • Se vuelven muy prevenidos
  • En los planos afectivos sufren mucho
  • La disciplina y la constancia no es el fuerte de ellas
  • Muchas veces se auto excluyen de su entrono social para no sufrir rechazo

Nota: lo descrito aquí aplica para los hombres Si bien la gordura no es una enfermedad - sólo en casos extremos - su mismo estado los hace desarrollar, cultivar, crear condiciones más óptimas para ser aceptados en un grupo social o por alguna persona, etc.

  • Son personas muy comprensivas
  • Excelentes amigas
  • Siempre están dispuestos a escuchar el dolor del otro
  • Excelentes consejeras
  • Personas muy afectuosas
  • Incondicionales en la dificultad
  • Son muy románticos en el amor
  • Asimila mejor las derrotas que otras mujeres

Mujeres con sobrepeso

Cuando una mujer acepta su condición de gorda (descripción anterior), para ella es mucho mas fácil comenzar a construir su vida desde su realidad. Se revierte esta apreciación cuando una persona lucha de manera constante en negar su realidad. Esta conducta de negación genera más incertidumbre, más trastornos en la conducta, veamos como:

  • Comprando toda clase de ropa para verse mas delgadas
  • Hacen todas las dietas de moda, habidas y por haber
  • Van por el mundo negando su estado de gordura
  • El peor desprecio es que le digan la verdad
  • El espejo es su verdugo, lo desprecia para no deprimirse
  • Su fuerza de voluntad es muy débil, siempre hay una justificación en sus labios
  • Su mecanismo de defensa es la crítica, la sátira

La complejidad que vive esta clase de mujeres es impresionante, su constante negación de la realidad las hace sufrir mucho. Hacen de su cuerpo el eje central de su vida. Los días que amanecen felices se ven delgadas y hermosas, el día que despertaron tristes se ven como las gordas más inmundas de la tierra.

No se puede ocultar que esta lucha fraticida entre la negación y la afirmación, entre soy hoy gorda y mañana delgada, mella de alguna forma el desarrollo de su personalidad. También existen casos extremos, que son peores, mujeres con pocos kilos de más y su vida es toda una tragedia.

Mujeres que se sienten gordas, pero no lo son

Muchas mujeres de hoy hacen de su figura (peso) una esclavitud, por muy delgadas que estén siempre se van a ver un rollito o un gordo que les sobra, nunca están conformes con ellas mismas:

  • Siempre se están comparando con otras mujeres
  • Lloran con facilidad
  • Proclives a desarrollar toda clase de complejos
  • No aceptan bromas con su cuerpo, quedan destruidas en un mar de lágrimas
  • Espejo que vean, espejo que es de ellas
  • Esclavas del gimnasio, otras evitan comer
  • Presentan dificultad de concentración
  • Su criterio es pobre a la hora de tomar decisiones (inseguras)
  • Para ella, toda la ropa le queda horrible
  • Se ven gordos por todo el cuerpo

Esta clase de nenas se tornan irascibles con facilidad, en ocasiones se muestran conflictivas, son contradictorias en su forma de actuar, son ambiguas en el diseño de sus ideas. Unos días se muestran de una forma y después de otra. Se dejan influenciar con facilidad de otras personas, su criterio es débil. No tienen claro que quieren con su vida. Son como una veleta en el mar, sin rumbo fijo. No se quieren para nada.

Todo este comportamiento, tarde que temprano, se ve reflejado en sus relaciones afectivas:

  • Se aburren con facilidad en una relación de pareja
  • Unos días amanecen enamoradas, al día siguiente no quieren nada
  • Sienten pavor de ser rechazadas
  • Se muestran inseguras en su actividad sexual por pena de su cuerpo
  • Adoran a los hombres que le ayuda a sentirse mas seguras
  • La frase más linda de amor es: Estás súper delgada te ves preciosa
  • Cuando no tiene novio o pareja, siente que nadie la mira por estar gorda (es su complejo mayor)

Este tipo de mujeres por sufrir tanto, con sus luchas internas, hacen del amor lo mejor de sus vidas, se entregan con todo; Con cuerpo y alma, amar para ellas es descansar un poco de sus tristezas, es sentir el placer de ser queridas, de alguien que se fijo en ellas.

Cuando están solas todo es oscuro y lúgubre como la noche sin estrellas, su mirada es triste como la flor marchita del jardín. Su desespero, en más de una ocasión, las llevan a cometer errores que después ellas mismas se lamentan: Sostener relaciones cortas con diferentes hombres, siente que es usada, pero acepta que ella es la culpable. Lo anterior invita a que ella entre en periodos de reflexión y silencio, también ella misma se auto castiga en no volver a salir con cualquier hombre.

Todo este movimiento, cambios repentinos, ambivalencias, trastornos, formas de comportamiento hacen que sean mujeres muy interesantes después de superar sus traumas.

Si usted es hombre y logra construir al lado ella un proceso de superación para salir adelante, créame que tendrá mujer para el resto de la vida, esta nena siempre le va agradecer todo lo que usted hizo por ella. Usted siempre será el responsable de su felicidad. Superar para ella esos episodios de agonía, a su lado, es ver a Dios en su máxima expresión, es volver a nacer.

Si tiene entre sus manos una princesa de estas características cuídela haga de ese diamante en bruto su joya mas preciada, conviértase en su maestro motivador, gánese su confianza para que ella sienta que no está sola. Es un proceso lento y de mucha paciencia, pero vale la pena.

Si logra ser su confidente, nunca le vaya hacer un reclamo por los errores de su pasado, ella necesita es apoyo y no un verdugo. Actúe en esta dirección y verá como el cielo lo bendice entregándole la mejor mujer del mundo. Por favor, si sus intenciones no son serias o cree no tener la suficiente capacidad para comprender la complejidad de su mundo, lo más procedente es que usted como hombre decente se aparte. El hombre que ella necesita en estos momentos de coyuntura en su vida es:

  • Un hombre aplomado, que sepa que quiere en su vida
  • Que sea sincero y honesto con ella
  • Muy paciente en comprender sus cambios de ánimos
  • Que acepte su estado actual
  • Ser muy delicado a la hora de brindarle consejos - ayuda, etc., evitar a toda costa que ella piense que usted siente lástima por ella

Ayudarla no significa usted regalarse a toda hora, ni mucho menos estar pendiente en todo momento. Tampoco asuma una conducta de estar interrogándola a toda hora: ¿Como sigues?, ¿estás bien?, ¿te sientes mejor? .... nada de eso es bueno, lo único que hace con esa clase de preguntas es recordarle su problema, con actitudes de compasión.

Si usted es hombre quiero darle un consejo para que tenga en cuenta al momento de tener sexo con una nena de las descritas aquí. Es muy probable que al momento de ella desnudarse quiera apagar la luz del lugar donde se encuentra, y a usted no le gusta. La actitud de ella es un mensaje cifrado:

  • No me gusta mi cuerpo
  • Me da pena que me vea gorda
  • Me siento insegura de mi cuerpo
  • Todas las anteriores

Acepte su realidad, su inseguridad, bríndele mejor confianza acatando su petición sin ninguna objeción de parte suya. Lo peor que puede hacer es entrar en discusiones con ella, la hace sentir incómoda.