Un mediocre ama las disculpas
El mejor síntoma para saber si una persona se siente bien consigo mismo es conocer su capacidad de JUSTIFICACIÓN, es la madre de todas las disculpas. Cuando una persona no tiene el valor de aceptar sus errores, y se la pasa todo el tiempo diciendo mentiras y evadiendo responsabilidades, es un síntoma claro para detectar que estamos en presencia de una persona, que, no sólo es mediocre sino infeliz.
En casos extremos se vuelve una actitud inconsciente, un instinto reflejo; grave porque el grado de confianza y de credibilidad desciende hasta niveles de rechazo por parte de los demás. En esta clase de conductas se infiere varias cosas:
- Incompetencia para enfrentar la vida
- Problemas estructurales en el desarrollo de la personalidad
- Inseguridad en si mismos
- Problemas de asimilación en los procesos de conocimiento
También es cierto que todos los seres humanos, en alguna medida, tenemos como mecanismo de defensa, un sistema inconsciente de justificación para eventos súbitos, arropados por la sorpresa. Pero esto es muy diferente a volver la DISCULPA una herramienta diaria para enfrentar la vida.
Se hace indispensable, entonces, reconocer primero las debilidades de la personalidad, para luego emprender gestiones de CAMBIO. Actuar antes sin resolver estas falencias es un imposible categórico. Aplica para cualquier situación en la vida.
Las grandes ideas surgen por asociación - conectar dos puntos (de adelante hacia atrás - advertía el maestro Steve Jobs), pero si en el medio de los dos puntos existen prejuicios (disculpas, etiquetamientos, orgullo, etc.) las posibilidades de asociación son bajas.
Lo anterior es sólo el génesis para el cambio y la transformación, existe muchos otros aspectos que deben ser concurrentes para que las cosas se hagan bien:
- Tener un orden - método
- Capacidad para reprogramar conocimientos
- Tener un alto grado de convencimiento sobre lo que se va a hacer
- Sentir pasión y amor, si el tema es de un emprendimiento empresarial
- Voluntad de lucha perpetúa (resistir - insistir - nunca desistir)
