Vi a mi hermanita culear con su novio

Hola, Julia amiga mía:

Quiero contarte algo que me tiene muy sorprendida, y es la relación que mi hermana menor tiene con un amigo. Imagínate que este fin de semana viví una situación inimaginable, creo que solamente se da una vez en la vida, espero nunca mas repetirlo. No te asustes cuando leas todo.

El miércoles por la tarde Katy se reunió con una amiguitas aquí en la casa, de esas cosas que pasé por el lado de ellas, y vi como observaban un catálogo de ropa interior, la mamá de una de ellas le dio unas muestras para vender.

La curiosidad de mujer me llevó también a mirar y unirme al grupo, era una ropa preciosa, pero no para la edad de ellas. Inclusive, me antojé de unas prendas muy lindas y sexy para lucirle a mi novio el día de nuestro aniversario.

En fin, las cosas quedaron así, y no le presté mayor a tención a lo atrevidas que se mostraban estas niñas, con ínfulas de señoritas. Uno como mujer a esa edad es muy curiosa por conocer y saber los temas de los grandes. Ahora que ya pasó todo, pude comprender mejor porqué mi hermana andaba tan ansiosa esos días, con unos misterios todos raros.

Imagínate que el sábado por la noche, antes que me recogiera Juan, mi novio, me preguntó, mi hermanita: Que si yo me iba a demorar, le dije que regresaba el domingo por la tarde que si me necesitaba la llamara a la finca. Salimos a las 8 pm, aprovechamos comer algo en el camino y tomarnos unos vinos, al llegar nos percatamos que no teníamos las llaves, las buscamos por todas partes y no las encontramos, con tristeza y resignación nos vimos en la obligación de regresar.

Sorpresa la mía al llegar a mi casa, veo que la luz de la ventana de mi hermana estabá prendida, y en la sala se escuchaba música, no entendía que sucedía, igual le dije a Juan que entráramos, lo invité a pasar, y sorpresa fue cuando vi dos vasos con hielo acompañados con una botella de Ron añejo 12 años. El ambiente que se veía, no tenía nada que envidiar a esos momentos especiales que vivo con mi novio, es mas creo que era mas erótico y sensual, con pétalos de rosas regados en el piso, frutas de todos los sabores ...

Con lentitud y sin levantar sospecha de mi presencia en el lugar, caminé hasta la pieza de mi hermanita, la puerta estaba entreabierta.... el impacto al verla fue brutal, totalmente desnuda, su amigo acostado boca arriba y ella sentada sobre él con las piernas abiertas. No podía creer lo que mis ojos veían, de inmediato llamé a mi novio para que viera....

Sin saber que hacer le pregunté a Juan: ¿Que hago, permito que esto continúe...?, sólo con mirarlo a la cara pude comprender que lo mas procedente era dejar que todo continuara. Me dijo: Ella ya es una mujer, otra cosa es que tu la sigas viendo como una niña, debes de aceptar la realidad de las cosas. Con rabia le respondí: Yo de aquí no me muevo, tengo que ver todo esto.

Así fue los dos nos quedamos para observar lo que mi hermana hacía en su debut de señorita virginal. Debo aceptar que se veía preciosa, entre lolita y mujer, su cara aún de niña y su cuerpo ya formado, con sus tetas paraditas, como si fueran un altar de alabanzas y glorias al cielo.

Llevaba puesto un brasier que era toda una fantasía, rojo de cintas brillantes que adornaban el borde de sus tetas, era sin copas, los senos estaban totalmente desnudos, sujetado por detrás con un moño, llegando sus tiras hasta la cintura, del mismo largo de su pelo. La tanga que tenía fue la misma que vi en el catálogo, roja con lazos para desamarrar por los lados, sus caderas se marcaban inmensas, como las de una potra por amansar, templadas y duras.

Todo me sorprendía, su maquillaje fuerte y profundo resaltaba sus pómulos como toda una diva, haciéndola ver como una mujer de bajos instintos, y así era como ella se expresaba cuando gritaba como loba enferma.

Su amigo la tenía totalmente penetrada, y sin darse cuenta que estábamos allí observándola, ella con todo el apetito de su pasión, brincaba con desespero sobre la verga de ese hombre, clavándose cada vez más fuerte. Al mismo tiempo le gritaba, clávame mas duro, hazme mujer que muero por ser la mas perra de todas mis amigas. Quiero que me saques toda esta arrechera que tengo reprimida.

Juan escuchaba todo, estaba detrás de mí abrazándome por la espalda, sabía que era hombre y al ver estas escenas cargadas del más morboso erotismo, no habría duda de que se excitaría, igual yo lo estaría sino sintiera tanta rabia.

Mas me demoré en yo en pensarlo que en sentirlo, la verga de Juan comenzó a ponerse dura sobre mi cola. Mientras el amigo de Katy le chupaba los pezones y con los dientes se los mordía tirándole "jalones", como queriéndoselos arrancar.

Al sentir que Juan se excitaba, sus manos comenzaron a tocarme, y a darme besos por mi espalada. Ya éramos dos parejas hambrientas de sexo, mi hermanita y yo sometidas al flagelo de nuestros machos.

Parada en el mismo lugar, mi novio comenzó a bajarme los Jean y luego las tangas, y ahí mismo peló su espada para clavarme por detrás, su miraba no perdía de foco a mi hermana. Sentía rabia, placer, era un híbrido indescifrable que no se como explicar, esa mezcla de sentimientos afloraron mis ganas de tener sexo con mas ganas.

En la pieza todo era un festín de deprave absoluto, Katy transformada en toda una cabaretera fue vendada por los ojos, sumisa le mamaba su cacho. Sólo fue ver esto para que Juan me soltara los amarres de su leche dejándose venir dentro de mi, por estar de pié todo su semen se vino a tierra por mis piernas. No sabía cual de las dos era mas puta en esos momentos, si mi otrora hermanita ingenua o yo, la mas aconductada ejemplo de mi familia, orgullo de mi padre.

En medio del forcejeo dimos un traspié para quedar adportas de la puerta de la pieza, el amigo de Katy se percata de nuestra presencia, al reconocerme y vernos también desnudos, pronunció en voz alta: Mi amor tenemos invitados, tu hermana y su novio están aquí con nosotros, Katy del susto se quedo quieta sin expresar una sola palabra, concentrada continuaba chupando y mordiendo su presa, con penetraciones profundas en su boca.

De la arrechera, mi novio me tiró a la cama donde estaban ellos, cayendo inmediato en los brazos de otro hombre, las dos hermanas juntas, transformadas en sirenas de la noche, totalmente desnudas y ganosas, ambas comenzamos a disputar una misma verga, mis instintos de hembra estaban listos para entrar en el frente de batalla.

En el fragor de esa lucha fraticida de perras sedientas degeneradas por un mismo macho, sin querer, nuestros labios se mezclaban en profundos besos. El espectáculo era dantesco, mi novio agarró la cintura de mi hermanita por detrás, hizo a un lado la tira de la tanguita para apuntillarla, clavándola con toda su fuerza el estoque. Los gritos y alaridos eran impresionantes, mis tetas de luna creciente en menguante daban placer a dos hombres.

Los pezones de las dos se mostraban florecientes, frente a frente nos pusieron para que jugáramos nosotras mismas rozándonos los pezones. Mientras tanto nuestros hombres miraban con lujuria y deprave, todo lo que hacíamos. Igual nosotras disfrutábamos verlos masturbar, no veíamos la hora de ver salir esa leche a chorros para lamérselas a los dos.

Bañadas con los jugos de nuestros machos intercambiamos pareja. Fue una experiencia maravillosa, aunque al comienzo te dije que nunca lo volvería hacer, no veo la hora de repetirla para sentir una doble penetración.

Amiga, dime que opinas de toda esta aventura.

Besos

Juanita